A Roberto Borge no le gustaba la oposición.

Es más, hizo todo lo posible por eliminarla.

A algunos los compraba y a otros les mandaba a la Auditoría Superior del Estado (Aseqroo) y/o a la Procuraduría General de Justicia del estado, y a todos los mandaba a atacar y difamar con los medios bajo su renta, incluido el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social (SQCS) y Radio Ayuntamiento de Cancún.

Uno de los pocos dirigentes opositores que mantuvieron un discurso crítico respecto a Borge fue Julián Ricalde, con todo y que le abrieron expedientes en el Aseqroo y le enfilaron a los medios del estado, los formales y los patrocinados.

Por obligación, los medios del estado, que en Quintana Roo son el SQCS y Radio Ayuntamiento, tienen que difundir a todos los candidatos.

Pero resulta que Julián Ricalde mandó a volar al Sistema Quintanarroense de Comunicación Social, a Radio Caribe, al noticiero Enfoque Radio y en particular al sujeto que dice ser el “número uno de la radio”.

Definitivamente, recurrir al SQCS en este proceso electoral sería casi como legitimar la calumnia, la mentira y la difamación desde del estado, que formó parte de la esencia del gobierno de Roberto Borge.

Aunque en este proceso electoral hay ‘opositores’ que pasaron de defenestrados a consentidos de los medios del estado.

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