La elección de Gobernador más competida en la historia de Quintana Roo será este domingo.
Hay dos opciones. La primera, la de Mauricio Góngora, que es la continuidad de Félix González Canto y Roberto Borge, quienes a pesar de que Quintana Roo es de los estados con mayor crecimiento del país, lo dejaron prácticamente quebrado.
Mauricio Góngora tiene en contra el voto de castigo hacia el PRI por los excesos de sus antecesores y por ser parte de este grupo. Carga con dos lápidas, pero que ve como flotadores.
Por cierto, el priista Mauricio jamás se refirió de manera clara a temas como el de la mega deuda, las violaciones a los derechos humanos o los ataques a la libertad de expresión.
En el otro extremo, está Carlos Joaquín, que rompió con el PRI y vio una gran oportunidad de ser gobernador impulsado por los desatinos de Félix González y Roberto Borge, que lo convirtieron en la víctima y prácticamente en la única esperanza de cambio.
La salida de Carlos Joaquín ha sido la ruptura más importante que ha tenido el PRI en su historia. Con el ex subsecretario de Turismo se fueron cientos. Cinco de los candidatos a alcaldes de la oposición, apenas hace unas semanas eran priistas.
Por este alto nivel de competencia, las campañas terminaron siendo ríspidas y afloró la guerra sucia.
De hecho, desde la etapa de pre-precampañas, Roberto Borge mantuvo una conducta hostil, de descalificación y de guerra de lodo contra Carlos Joaquín.
Las cosas siguieron igual o peor, con Carlos Joaquín como candidato de la coalición PAN-PRD.
Y no podría ser de otra manera, Borge se ‘legitimó’ a partir de la intolerancia, la persecución y la irracionalidad.
Chetumal también se ha convertido en protagonista de esta elección. Los capitalinos sufrieron particularmente los excesos y el desgobierno de Borge. Hay rechazo evidente y sería la antigua Payo Obispo, la que podría inclinar la balanza.
Por esta inercia, Chetumal también pediría tener su primer alcalde oposición, en un estado en donde ya la mitad de sus municipios han tenido alternancia.
Los enterados señalan que el ex priista Luis Torres, candidato de alianza PAN-PRD, va en caballo de hacienda.
En Cancún, la capital económica y donde se concentra más de la mitad de los electores, la cosa se ve más complicada, ya que en este destino la guerra sucia ha sido protagonista no solo en esta elección, sino durante casi toda la etapa previa en contra del perredista Julián Ricalde, quien busca ser alcalde por segunda ocasión.
En este campaña, Roberto Borge y Félix González trataron también de sacar ventaja de dos personajes que se ‘prestaron’ para echarle una manita al PRI, para la gubernatura, José Luis Pech Várguez, y para la alcaldía de Cancún, Gregorio ‘Greg’ Sánchez.
Pero lo que prevalece es la incertidumbre. Las encuestadoras ‘serias’ no le dieron importancia a Quintana Roo que tiene apenas el 1 por ciento de los electores del país. La mayoría se concretó en Veracruz.
Finalmente acabaron 60 días de campaña y no se puede establecer de antemano un ganador.
¿Habrá alternancia en Quintana Roo?