CANCÚN, MX.- El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, informó que se ha acercado a instituciones financieras, tanto públicas como privadas, para refinanciar la deuda de la entidad, que asciende a poco más de 19,000 millones de pesos, con la finalidad de tener margen de maniobra financiera, publica este miércoles el diario El Economista.

Adelantó que seguramente la adjudicación del nuevo refinanciamiento será a través de una subasta pública que transparente el proceso de cara a los quintanarroenses.

“En eso estamos, en una reestructura de la deuda, que nos permita bajar tasas de interés que son altas, que nos permita tener operatividad para apoyar a la educación, a la salud”, dijo.

Recordó que apenas el jueves de la semana pasada se aprobó en el Congreso del estado la iniciativa para disminuir los porcentajes mínimos de presupuesto que se iban a destinar, sobre todo el Poder Legislativo, y que duplicaban de 350 a 700 millones de pesos el gasto de la legislatura estatal para el 2017. “Esto nos permitirá liberar recursos, hacia temas más prioritarios, pero sí necesitamos reestructurar”, advirtió.

Dicha reestructura será totalmente transparente y legal, expresó, por lo que “hemos estado en contacto con la banca de desarrollo, con Nafin (Nacional Financiera), con Banobras, buscando mejores alternativas y con la banca privada también, pues casi toda la deuda del estado está contratada con bancos privados”.

Expuso que prácticamente todos esos bancos privados ya se han acercado con el gobierno que él encabeza “para buscar soluciones”.

Nosotros, detalló, “estamos trabajando de manera interna y una vez que tengamos soluciones se las plantearemos para buscar si la reestructura es de manera directa con un banco o en una subasta, que sería quizá la parte más transparente y la que mejor resultados nos arrojaría”.

El mandatario mencionó que incluso la bursatilización de la deuda podría ser una opción para la entidad, pero la decisión se tomará a la luz de lo que mejor convenga al estado, sobre todo a través de un proceso público y transparente.

Antes de asumir el cargo de gobernador, el equipo de transición de Carlos Joaquín González informó que recibían “en quiebra la administración estatal, con un déficit de poco más de 2,700 millones de pesos”, y una deuda de 22,165.7 millones de pesos, de la cual 19, 197.7 millones de pesos corresponden a deuda de largo plazo, mientras que los restantes 2,968.2 millones de pesos son deuda a corto plazo y “otros pasivos”.

El equipo de transición también dio a conocer que está al menos garantizada la nómina del gobierno estatal, que representa un gasto de 480 millones de pesos. Sin embargo, se sabe que está plagada de irregularidades, pues no se tiene conocimiento de cuántos servidores públicos hay en el estado, ni cuántos de ellos realmente trabajan.

Aunado a esta situación, existen “nóminas especiales”, al grado tal que no se sabe con exactitud quiénes están dentro de la nómina del gobierno, “ni cuánto cobran”, aseguran. (Fuente: El Economista)

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