¿Está desorganizado el priismo felixista-borgista? | Por Gilberto Avilez Tax

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La idea que nos quieren hacer creer las ni tan nuevas plumas con birrete del “capo di tutti capi” que quiso gobernar este estado por 18 años cuanto mínimo, es que el PRI quintanarroense vive momentos de profunda “orfandad”, de abandono solitario, de desorganización interna y hasta de persecución del nuevo gobierno.

¿Es verdad esto que aseguran las mercenarias plumas? Por supuesto que no. Ni están desorganizados, ni andan en la retaguardia y a salto de mata, y claro que tienen un plan B, un plan C y hasta son capaces de llegar a un plan X o Z.  Y en cuanto a la persecución, preguntamos: ¿a quiénes se les ha perseguido?

Tan no están desorganizados, pues el actual presidente estatal del PRI quintanarroense sigue siendo un dechado borgista. Tan no están desorganizados, que hasta lograron que el presidente nacional de ese partido cortara las aspiraciones de Hendricks Díaz para ocupar la presidencia estatal de ese partido y poder depurar la escoria y el cáncer felixista borgista. A nadie les pasa desapercibido la pugna que existe entre Hendricks y Félix.

No hay desorganización, y si bien han perdido el poder ejecutor (el Ejecutivo estatal), el poder destructor, las maquinaciones, las componendas y los maquiavelismos, donde son altamente expertos, seguirán tras bambalinas y siempre llevando a sus lebreles para desmontarles el camino. Se han unido allá en Chetumal con la prensa sedicente y uno que otro espantajo con ínfulas de colonizador.

Con una estructura política a todo lo largo de la geografía de Quintana Roo, con la prensa genuflexa no solamente en la capital del estado sino en los municipios, con una cadena de lealtades execrables, el priísmo borgista-felixista en el estado desde luego que no anda a la retaguardia.

Y esto es así porque el gobierno actual, al que le hemos dado y le seguiremos dando nuestro aval, no ha actuado con la rapidez esperada para descabezar a la sierpe de varias cabezas que es el Priismo borgista-felixista. Desde luego, no hay que pedir, como diría Sancho, “cotufas en el golfo”, y el plan de gobierno, pues que sí existe un plan, se va decantando en la trasparencia y un régimen fiscal estricto. Y es que, la verdad, no se puede pedir mucho a un gobierno que se constituye de las ruinas dejadas por los once años anteriores de clara deturpación política. Pero ahí está lo que la ciudadanía desea y espera: la demostración de firmeza y músculo. Por eso el joaquinismo –representado por las muchas corrientes políticas y ciudadanas que posibilitó la ruptura entre las élites priistas- debe de darnos, en los siguientes meses, pruebas de que sí le interesa esa consigna de ni perdón ni olvido.

Mientras tanto, y contrario al “dejar hacer-dejar pasar”, que al parecer es la tónica actual del joaquinismo en el poder, la sierpe, la hidra maldita de mil cabezas del borgismo-felixismo, no se detiene: para ellos, contrario a varios ingenuos, la confrontación política no acabó el 5 de junio. Desde esa fecha, al saberse los resultados, arguyo que comenzaron a armar un bien elaborado plan de zapa contra los joaquinistas: basados en el infame rumor propalados por aviesos y enfermizos gacetilleros y uno que otro polizonte felixista dentro del joaquinismo, primero dijeron que se habían corrido 4,000 personas del servicio público, luego hablaron de la invasión de los poblanos, un infame incluso mostró al gobernador actual flaco, “ojeroso y pintado”. Y así se irán y así seguirán con la muestra más perfecta de sentina seudo periodiquera y análisis seudo académica. Ese es el plan actual: minar, ante los ojos de la gente, la credibilidad del nuevo gobierno, haciendo creer que no existe plan de gobierno y plan de trabajo.

Y es que, pregunto, ¿cómo la hidra de cien cabezas puede estar desorganizada si tuvieron el poder durante 11 años? En ese largo año, un buen tiempo para construir un “bloque histórico”, reformularon el Estado de Quintana Roo a su imagen y semejanza. Compraron conciencias, se hicieron de dinero hasta la ignominia, malbaraton el estado, confeccionaron trampas y resquicios jurídicos para remachar su poder, se hicieron dueños de medios de prensa adocenados (las focas aplaudidoras lo han de saber, SIPSE y Novedades y el Por Esto! los aúpan, y en este contexto podemos leer la nueva guerra sucia que efectúan ahora mismo contra Pedro Canché Herrera), tuvieron vela en todos los espacios (educativos, culturales, delincuenciales, políticos), festinaron a sus “intelectuales”, pulverizaron y cooptaron y compraron a los partidos de oposición, cebaron a sus académicos orgánicos (es el caso del polizonte felixista incrustado entre los joaquinistas), y se sintieron eternos y nuevos padres fundadores de Quintana Roo.

No, por supuesto que no están desorganizados. Eso son embelecos fraguados por los polizontes.

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