Arturo Álvarez Escalera ha demostrado que no quiere seguir como Fiscal General del Estado.
El abogado michoacano se convirtió en Fiscal dentro del infausto episodio del ‘paquete de impunidad’, mediante un transitorio en las leyes que dieron pie a la creación de la Fiscalía.
Procedente del Poder Judicial federal, en el gobierno de Roberto Borge, Álvarez Escalera fue Director de Averiguaciones Previas, Subprocurador, Procurador y Fiscal. Cualquiera diría que está en deuda con el corrupto ex Gobernador.
A dos meses del cambio de gobierno, poco o nada ha hecho el flamante Fiscal contra Borge y hay, como dicen los abogados, dudas fundadas, que a final de cuentas haga algo.
Pero eso no es todo, durante su etapa de Procurador y ahora de Fiscal, lo que prevalece es la impunidad en la delincuencia común y organizada. Los delincuentes se burlan porque saben que pueden ir hasta el corazón de la Zona Hotelera a arreglar sus asuntos, pues saben que jamás los van a detener.
Al parecer, el gobernador Carlos Joaquín le está dando una oportunidad para que se reivindique, además de que se requiere de demasiada rudeza para destruir a un Fiscal, pues se trata de una figura blindada desde el andamiaje legal federal, a fin de que tenga plena autonomía, incluso de los gobernadores.
Pero, Álvarez Escalera no da resultado ni argumentos para su permanencia.