Emiliano Ramos terminó inmolándose por la causa de los patrones taxistas.

Y lo peor para el diputado local, presidente estatal del PRD  y aspirante a alcalde de Cancún es que al estar en tratos con el líder de los taxistas cancunense, Eric Castillo, se le pasó una oportunidad dorada para ser héroe.

Emiliano derrochó casi todo su capital político al presentar, por encargo de Eric Castillo, la iniciativa para criminalizar Uber.

Pero enfrente tenía ‘un balón redondito y al pie’ con la iniciativa del emplacamiento 2017.

Si el joven perredista, hubiera hecho valer su calidad de presidente de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta del Congreso del estado para al menos torear el  emplacamiento 2017 y estaría saliendo del hombros del ‘coso’ del bulevar Bahía.

Pero, ahora, prácticamente  fue embestido al sumarse a los intereses de los sindicatos taxistas.

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