Se amparan navieras de QR contra multa por 45 mdp por incurrir en prácticas monopólicas

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CANCÚN, MX.- Las navieras Ultramar y Barcos México se ampararon en contra de la multa que, por 45 millones de pesos, les impuso la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), por incurrir en presuntas prácticas monopólicas en el servicio de transporte marítimo que ofrecen en Playa del Carmen y Cozumel.

El Juzgado Segundo de Distrito, en materia Administrativa, especializado en competencia económica radicado en la Ciudad de México, admitió la demanda de amparo, pero desechó parcialmente los actos reclamados por el llamado duopolio marítimo.

La audiencia constitucional para revisar el caso se fijó para el próximo 3 de enero, a las 9:40 horas. La historia comienza de la mano de un biólogo que por cuestiones de trabajo debía cruzar cotidianamente de Playa del Carmen, municipio de Solidaridad, hacia la isla de Cozumel, municipio de igual nombre. Corría el 2011, año en que los dueños del mercado de transportación marítima eran Germán Orozco, de la naviera Ultramar y José Enrique Molina Casares, de Barcos México.

“Barcos Caribe”, que se presume es propiedad del ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, a través de presuntos prestanombres, no ofecía el servicio aún.

Emilio Barrueto debía cruzar hacia la isla, iba con el tiempo medido y compró el boleto de ida en una de las dos únicas empresas que brindaban el cruce. Al volver, se dio cuenta de que los horarios entre una y otra compa- ñía eran escalonados y turnados, ninguno competía en realidad con el de la otra naviera.

Después se dio a la tarea de revisar a fondo los días, los horarios y los precios.

Hizo el comparativo de tarifas respecto a las que aplican en otros países y concluyó que el servicio de transportación marítima entre Playa del Carmen y Cozumel es de los más caros en el mundo, además de que ambas compañías mantenían el monopolio o “duopolio” del servicio.

“Me dio mucho coraje, porque me di cuenta de que una y otra se coludieron para dividirse el mercado, lo cual constituye una práctica monopólica, impedida por la ley.

“Me di a la tarea de consultar lo que decía la Ley Federal de Competencia y me encontré con que todo lo que menciona en su artículo noveno, que está prohibido, es lo que hacían estas empresas.

Entonces armé un escrito muy sencillo y en un viaje hacia la Ciudad de México lo entregué en la Oficialía de Partes de la Cofeco”, narró el biólogo.

En entrevista con Luces del Siglo, Barrueto dijo que la entonces Comisión Federal de Competencia (Cofeco) –que luego cambió a Cofece- multó por primera vez a las navieras, admitiendo que incurrían en prácticas monopólicas que les ordenó suprimir. La respuesta de las empresas fue combatir la resolución jurídicamente, sin éxito.

También mantener la misma práctica por la cual se les sancionó, a decir de Barrueto, quien le dio seguimiento al tema y un par de años después amplió la denuncia ante la Comisión. “A la denuncia le agregué las cartas de horarios escalonados, es decir, si una empresa sale a las 9, la otra sale a las 10; el siguiente horario es a las 11 y la otra sale a las 12… o se repartían los días de la semana.

Si una sale los lunes, miércoles y viernes a las 9, 11, 13 horas… la otra sale a las 10, 12, 14 horas, pero al siguiente día se invierten los horarios. La tarifa es de un peso de diferencia, pero el costo para 18 kilómetros de viaje”, detalló.

Para 2014 la Comisión abrió una nueva investigación sobre las dos compañías, ante la denuncia de incurrir en “prácticas absolutamente monopólicas”, al repartirse el mercado.

El 22 de junio de 2012 César González Hermosillo y Melgarejo y Franco González Patrón, ubicados como presuntos prestanombres de Borge Angulo, fundaron “Barcos Caribe”; el 23 de julio de 2014 compraron dos embarcaciones y luego una más, en una operación que superó los cinco millones de dólares.

La naviera se estrenó como tal el 16 de febrero de 2015, con la asistencia de Borge Angulo, quien inauguró los barcos.

El monopolio se rompió, los precios fueron más competitivos, casi a la mitad. El gobierno de Borge dio toda clase de facilidades a la naviera, amplia difusión en todos los medios de comunicación y tiempo aire en radio y televisión para bombardear con publicidad, presumiblemente a costo del erario.

El 14 de noviembre pasado la Cofece dio a conocer que, como resultado de la investigación, Ultramar y Barcos México habían incurrido en prácticas monopó- licas absolutas. Fueron sancionadas con pagar 45 millones de pesos por alternar horarios y días de servicio, además de cobrar tarifas similares con diferencia de un peso.

En diciembre, Naviera Ocean GM y Naviera Magna, razones sociales de Ultramar, así como Golfo Transportación, razón social de Barcos México y Molina, se ampararon.

“La investigación a cargo de Carlos Mena Labarthe, director de Competencia de Cofece, en el caso de las tres navieras que operan en Cozumel, Playa del Carmen y Litorales de Quintana Roo, pudo haber sido omisa en la revisión de pruebas, presentada por tres navieras a las que intenta imponer una sanción por 45 millones de pesos”, se quejó el 27 de diciembre, Golfo Transportación.

En realidad la sanción fue hacia sólo dos navieras, porque la tercera es Barcos Caribe, a la que sólo se le solicitó información. Ultramar y Barcos México, argumentan que la multa beneficia a la naviera vinculada con Borge, la cual es “investigada por la PGR por haber sido señalada como una empresa creada por el ex gobernador Roberto Borge, a través de prestanombres”, según la versión de la compañía de Molina.

Para el biólogo Barrueto, la queja de las navieras sancionadas no tiene fundamento e intenta desviar la atención pública mediante otra irregularidad que debe ser investigada por separado, del hecho real: el monopolio representado por Ultramar y Barcos México en Cozumel y Playa del Carmen.

“Veo que se quieren escudar en el caso de Barcos Caribe, pero sólo es un distractor. Quieren distraer con un gobernador al que la autoridad creo que anda ‘correteando’ por otras cosas, pero esa compañía ni existía cuando yo comencé la primera denuncia en 2011. Aquí la conducta monopólica es evidente y reincidente, por parte de las dos navieras”, concluyó. (Fuente: Luces del Siglo)

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