Más de 1,000 personas respondieron a la convocatoria para asistir a la manifestación de ayer en demanda de justicia por el asesinato de Emma Gabriela Molina Canto.
La marcha y manifestación silenciosa se inició en el “remate” del Paseo Montejo. Los asistentes, en su mayoría, vestían de negro, portando mantas, flores, velas y veladoras como símbolos de luto y de esperanza de justicia y dignidad.
Conforme el contingente avanzó por la calle 60 rumbo a la Plaza Grande, decenas de personas se fueron sumando hasta llegar a unas 1,200, de acuerdo con reportes de la Policía Municipal.
La marcha fue encabezada por Ligia Canto Lugo, madre de Emma Gabriela, acompañada de familiares que sostenían una manta que decía: “La sociedad yucateca exige justicia para Emma Gabriela Molina Canto, castigo a los autores intelectuales y materiales”. Al llegar a la Plaza Grande el contingente dio una vuelta para pasar frente a los palacios de Gobierno y Municipal.
El ambiente durante la marcha era de dolor e impotencia; muchos de los participantes —mujeres, jóvenes y niños— caminaron con el rostro desencajado y lágrimas.
En la Plaza el grupo se reunió en el asta bandera, donde la gente comenzó a depositar flores y veladoras en el suelo. Se pidió guardar silencio para escuchar la canción “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, de Mercedes Sosa.
Integrantes de la Asociación Yucatán Feminicida enumeraron los nombres de las 58 mujeres víctimas de este delito desde 2008 a la fecha y después de escuchar cada uno gritaron “Ni una más”.
Luego de que se mencionó el nombre de Emma Gabriela, su madre tomó el micrófono para decir con la voz quebrada que “no hay duda de que se trató de un feminicidio planeado de una manera tan fría.
“No es posible que a mi niña le hayan dado 10 puñaladas, que lo hayan hecho en la puerta de su casa y que sus hijos hayan presenciado cómo caía su madre, que hayan tenido que saltar sobre su cuerpo y pisar su sangre para pedir ayuda. Ni una más Yucatán…, todos somos Gaby”, exclamó llorando. (Fuente: Diario de Yucatán)