El ex gobernador Roberto Borge dejó algunos ‘muertos dentro del clóset’.
Y uno de los ‘muertos’ es el conflicto limítrofe con Campeche, que el gobierno de Borge no pudo, no supo o de plano ya no quiso litigar.
Desde hace dos años el asunto está resuelto. El gobierno federal ‘pimponeó’ el litigio llevándolo de la Suprema Corte de Justicia, al Senado y de ahí al limbo.
A muchos gobiernos, sobre todo el de Mario Villanueva, el asunto le sirvió para abrigar el espíritu localista frente a un ‘invasor’.
Y también sirvió para que algunos ‘nativistas’ pudieran encontrar una forma de sobrevivencia política y hasta económica.
Otro de los beneficios de este litigio fue la doble credencial para votar de los habitantes de esta franja territorial, que sufragaban como ‘ciudadanos campechanos’ o ‘ciudadanos quintanarroenses’, según el calendario electoral.
Pero, finalmente después de más de 20 años de litigio, resultaba que Quintana Roo ‘perdió frente a Campeche’.
Roberto Borge no quiso seguir una causa perdida, y prefirió guardarla en el clóset.
Dirían algunos ‘jugamos como nunca, y perdimos como siempre’.
Aunque en realidad, no había mucho que perder, ni mucho que ganar.