El staff de asesores del Gobernador que apuntalaron, el pasado domingo, la línea discursiva de la reconciliación, o viven fuera de Quintana Roo a son amigos de Roberto Borge.
En el discurso principal ante el Congreso del estado, se formularon pronunciamientos como “acabar con el enfrentamiento” y remontar “los espacios de la intolerancia”.
Para muchos, este tipo de frases, son un llamado a la reconciliación.
Minutos antes, esta línea discursiva de la reconciliación fue aderezada con la presencia del ex gobernador Félix González Canto, todo un emblema en los dos anteriores gobiernos.
Desde los pasillos y recovecos del Palacio de Gobierno se insiste en cambiar al discurso de la reconciliación y la concordia.
Y claro, los primeros interesados son los ‘borgistas’ que aún andan por ahí temerosos, pero libres y listos para volver por la puerta grande.
Pero el hecho más relevante que marcó los festejos y que tuvo como protagonistas a Félix González y a Julián Ricalde, vuelve a todos, incluido al ‘staff de asesores’, a la realidad, a la dura realidad.
Tras los hechos, “hoy el noble y el villano” para nada respaldan la concordia, y a través de mensajes de felicitación a Julián, reclaman que la justicia ni está llegando y los corruptos siguen impunes.
Aún no es tiempo de concordia, sino de la justicia.
Los de ‘staff de asesores’ siguen en la oscuridad.