Por Gonzalo Zapata
CANCÚN, MX.- Tres pelotas de hule, un menor de edad y un cruce de avenidas con buen flujo vehicular es necesario para ganar algunos pesos. Esta práctica es la que llevan a cabo, al menos dos mujeres, que aprovechan el “buen corazón” de algunos cancunenses para obtener un beneficio económico.
Y es que lo que ha causado indignación, no es la labor que llevan a cabo, sino el uso de menores de edad, para recoger el dinero o bien para dar una imagen de lástima, ya que en ocasiones los pequeños están colgados en las espaldas de sus “madres”, pese a las inclemencias del clima.
El itinerario de las mujeres varía, ya que son vistas en diferentes puntos de la ciudad en una misma semana, aunque en dónde se les ve con más frecuencia, es el cruce de las avenidas Kohunlich con Andrés Quintana Roo, así como el de la avenida Kabah con Nichupté.
Las mujeres aprovechan la luz roja de los semáforos para iniciar con una rutina de malabares, tres pelotas una tras otra hacen que los automovilistas, algunos, les den algunas monedas una vez concluida la misma.
En algunas ocasiones se hacen acompañar de un menor que se encarga de pasar junto a las ventanillas para recoger las monedas, otras son ellas mismas las que después de los malabares, recogen la ganancia.
“Recibimos llamadas de la gente que nos indican las labores que hace algunos menores en situación de calle”, señaló Ericka Camacho, directora del DIF Benito Juárez, quien además dijo que muchas de las veces se trata de personas de Centroamérica, que al no contar con documentación de legal estancia se ven obligadas a laborar de manera informal.
Incluso, reconoció que en el caso de las dos mujeres que hacen malabares y exponen a sus “hijos”, sí se han recibido quejas y denuncias en la dependencia municipal.
Reiteró que muchas de las veces son los mismos padres de familia, quienes impiden que el DIF se haga cargo de la situación de esos pequeños.
De acuerdo con algunos automovilistas, las mujeres forman parte de un pequeño circo, que va recorriendo colonias y regiones en diferentes épocas de año, aunque otros dicen que se trata de dos mujeres originarias de Chiapas, que ven la manera fácil de ganar dinero.
“Sí las he visto en diferentes partes de la ciudad, y en alguna ocasión le ofrecí que limpiara mi casa, pero no aceptó”, comentó Ariana Mendoza, quien recorre con frecuencia la avenida Andrés Quinta Roo.
Algunos otros, en vez de monedas les ofrecen agua, comida e incluso ropa, ya que los pequeños son los que juegan un “papel importante”. (Noticaribe)
