CHETUMAL, MX.- El tigre de bengala que se fugó de un patio en la colonia Barrio Bravo, atemorizando a todo el vecindario, hace cuatro meses, ha sido trasladado a un santuario de esta especie en la Ciudad de México, luego de ser asegurado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
El pasado 11 de diciembre, este ejemplar hembra, llamado “Vanesa”, se escapó de su encierro y brincó a otros patios en la colonia Barrio Bravo, lo que generó una fuerte movilización por parte de policías, Protección Civil y biólogos del zoológico Payo Obispo.
El animal, de unos 50 kilogramos de peso y 70 centímetros de altura a la cruz, eventualmente regresó a su hogar, donde las autoridades ya no podían acceder. En su lugar, dialogaron con el propietario, acordando una futura inspección por la Profepa para ver esta situación legal.
Dos días después, esta dependencia federal informó a través de su cuenta de Twitter que el felino había sido asegurado, pues el propietario no había acreditado la legal posesión del mismo, aunque contaba con microchip y buen estado de salud.
También se descubrió que esta persona tenía un mono araña, que también habría sido asegurado.
No obstante, en un comunicado emitido hoy, la Profepa informa de una visita de inspección a este domicilio, “en seguimiento a un reporte por la fuga del ejemplar de tigre de bengala (Panthera tigris) ocurrida el 11 de diciembre de 2017, y en atención a reiterados reportes vecinales ante el temor de una nueva fuga del felino”.
No queda claro si, pese a lo aseverado antes, el tigre continuó en ese domicilio, o si bien informan ahora de la vista practicada cuatro meses atrás.
En el comunicado, se indica que los inspectores constataron que el ejemplar estaba atado a una palma con una cadena metálica y no contaba con un área techada
“Además, el visitado no acreditó contar con programa de manejo para los ejemplares que tiene en posesión, ni su registro ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)”, añade el comunicado.
Por esos motivos, se procedió al aseguramiento del tigre, que fue llevado al “Gran Santuario Mexicano Jaguar Negro Tigre Blanco”, ubicado en la Ciudad de México.
En cuanto al mono araña, seguirá en posesión de su dueño.
En su momento, se mencionó que el tigre era propiedad de Mauricio Erales, hijo del ex diputado Roberto Erales Jiménez, quien se encontraba en la propiedad y que tenía fotos del tigre en su cuenta de Facebook. Sin embargo, su padre desmintió esto, asegurando en sus redes sociales que era de “un amigo de mi hijo.
“Me da pena decirlo, pero se mete en problemas a lo pendejo”, escribió entonces.