No queda claro, si la Coparmex le echó mucha crema a sus tacos o se pasó de hojas para cubrir su tamal, pero su debate quedó a deber y mucho.
Los organizadores amarraron las manos a los debatientes y no fue posible contrastar, no solo propuestas, sino perfiles, trayectorias y hasta amistades e intereses.
Al debate le falto agilidad y soltura y terminó siendo aburrido. El colmo fue hacer los sorteos en pleno evento.
Y donde de plano se vio mal, fue en su insistencia de exhibir al candidato del ‘Frente’ José Luis Acosta Toledo, el ‘Simi-Chanito’, al dejar vacío su atril, cuando ya se sabía con toda anticipación que no acudiría.
Los descuidos, por decirlo de alguna manera, de Coparmex, fueron evidentes y el resultado fue que su debate no tuvo trascendencia.
Ahí pa’la próxima.