CAMPECHE, MX.- El gobernador priista Alejandro Moreno Cárdenas, ‘Alito’, quien durante sus casi tres años de mandato se ha distinguido por el derroche y la ostentación, llamó la atención de los campechanos al bajar de un vuelo comercial y retirarse del aeropuerto solo en un taxi, publicó Proceso.
Moreno Cárdenas retornó así, con ese cambio de perfil, a la entidad luego de la reunión que sostuvo como integrante de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), con el virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador, a quien injurió y amenazó públicamente los últimos años.
Ayer se filtró en las redes sociales un video del fugaz encuentro ―muy esperado por los campechanos― de ‘Alito’ en actitud reverencial, y López Obrador. Tuvieron como testigo y aparente mediador a su compadre, el gobernador chiapaneco Manuel Velasco, presidente de la CONAGO.
Moreno Cárdenas, quien durante su mandato ha sido cuestionado por sus cotidianos viajes en jets ejecutivos de compañías privadas y su exagerado séquito de escoltas que contrasta con el discurso de que Campeche es “el estado más seguro”, llegó procedente de la CDMX solo y en un vuelo comercial.
Entrevistado en la terminal aérea, el gobernador “celebró” el triunfo de López Obrador con quien, sostuvo, “está trabajando duro” y aseguró que “¡le va a ir muy bien a Campeche!”. Incluso, se jactó: “Ustedes me conocen, me parezco a él, soy perseverante, pertinaz”.
“Estamos muy contentos. Ya saben, nos fue muy bien. A Campeche le va a ir muy bien. Con el licenciado Andrés Manuel López Obrador tenemos un trabajo comprometido por el estado de Campeche, sin distingo de colores”.
Luego reveló que se reunió con parte de quienes habrán de integrar el gabinete lopezobradorista, y “nos dieron buenos datos”, aparte de que el próximo presidente de la República le hizo saber “que trabajará siempre para apoyar a los campechanos”.
Moreno Cárdenas se retiró en un taxi del aeropuerto donde, por cierto, se topó con el empresario Laureano Ceballos, quien días después del inicio del sexenio fue baleado a unos metros de la sede del Tribunal Superior de Justicia del Estado. Ese fue el primer ataque de alto impacto de su administración y hasta ahora no se ha resuelto. (Fuente: Proceso)