BACALAR, MX.- El proyecto para la apertura de la Zona Arqueológica de Ichkabal está detenido, no por causa de los ejidatarios, sino por la delegada del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Adriana Velázquez Morlet, quien no tiene la voluntad de llegar a un acuerdo con los comuneros, según declaró el comisariado del Ejido Bacalar, Luis Chimal Balam.
“Surgió información falsa por parte de la señora Adriana, porque hace unos días le echó la culpa a los ejidatarios que no queremos acceder a un arreglo,” comentó. “Hace cuatro meses (mayo) hubo acercamiento con el Gobierno del Estado, querían llegar a un arreglo y se destinó un paquete de 94 millones de pesos, para una carretera, desde el Crucero del Suspiro hasta Ichkabal, pero como pasó la temporada de fuertes lluvias, desviaron el dinero para la construcción de pozos de absorción”, enfatizó.
Por otro lado, la presidenta de la Asociación de Hoteles de Bacalar, Linda Argáez Calderón reveló que hasta el momento no tienen información al respecto de la Secretaría de Turismo del Estado, encargada del proyecto de Ichkabal.
“Sabíamos que había un presupuesto para hacer un camino hacia la zona arqueológica, pero debido a que no se pusieron de acuerdo con el Ejido (Bacalar), ese recurso se aplicó en otro proyecto”, destacó.
La también empresaria puntualizó lo importante que es para los prestadores de servicios turísticos que se abra la zona arqueológica, ya que eso les permitirá diversificar la oferta turística de Bacalar, incluso disminuyendo la carga de visitantes a la Laguna, “porque la mayoría de las actividades se realizan dentro del agua y sabemos de la fragilidad de la Laguna”
“Tenemos que crear nuevos atractivos turísticos para que nuestros visitantes tengan otras actividades que hacer, de esta manera incrementar el número de noches que se hospedan en el destino de Bacalar”, remató Argáez Calderón.
VALUACIÓN INSUFICIENTE
Uno de los principales factores que tienen en jaque la apertura de la zona arqueológica más importante del sureste, es la valuación del precio de la expropiación de la tierra, a un precio insuficiente, a decir de Luis Chimal Balam.
Según explicó, el gobierno había hecho un trato con los más de mil integrantes del ejido Bacalar, mediante el cual, independientemente del avalúo, se le pagaría un millón de pesos por cada hectárea que se usara para la carretera; es decir, se pagaría ese precio sin importar que esta valuación saliera por arriba o por debajo del precio. No obstante, el avalúo salió según en 245 mil pesos y ese era el precio que pretendían pagar por las tierras.
Como no se llegó a un acuerdo, se utilizaron los 94 millones para obras de pozos y reparación de tuberías de aguas negras en Bacalar.
“Hay que aclarar que nosotros estamos abiertos a dialogar, somos pacíficos, el ejido de Bacalar es consiente que tiene que ceder”, indicó el líder ejidal. “Nunca hemos estado en contra del gobierno Federal, Estatal y Municipal, al contrario, queremos acercarnos a ellos o que nos citen, queremos el beneficio para todos, lo haríamos por nuestro país, al abrir esas ruinas nuestro municipio va detonar a nivel turístico”.
El líder de los comuneros lamentó que las personas encargadas de la agenda del gobernador Carlos Joaquín González, no les hayan dado un espacio para poder dialogar con él directamente y presentarle la problemática, pues la solicitud de ser atendidos lleva dos años y hasta la fecha no les programar la cita.
Luis Chimal Balam y otros ejidatarios, enviaron un mensaje a la federación, estado y municipio, porque no quieren que los hagan a un lado del proyecto; pues ya están cansados de ser avasallados por las autoridades:
“No queremos que, como ejido, nos hagan a un lado de las famosas ruinas, porque los ejidatarios tenemos 80 años que cuidándolas, desde que se nos dotó el ejido en 1936 y nos percatamos de las ruinas, aunque ahora quieran venir a decir que tienen tan solo 20 años de descubiertas”.
PREPOTENCIA DE DELEGADA
Varios ejidatarios que no quisieron revelar su nombre, por temor a represalias, coincidieron que la delegada del INAH, Adriana Velázquez Morlet se porta prepotente con ellos, pues desprecia a los comuneros que se acercan para preguntar sobre el proyecto de Ichkabal.
Revelaron que les dice que la tierra la tienen que donar, pues no es suficiente con lo que se tiene, que si no lo hacen, el gobierno federal se las va a expropiar y se pueden quedar sin nada.
“Quieren que les demos 10 hectáreas más alrededor del área de la zona arqueológica. En mi caso estoy por la carretera, pero entre todos hemos cuidado esas ruinas desde 1936 y apoyamos a los compañeros ejidatarios. Al contar con esas 10 hectáreas, que además ni las quieren pagar es para que ellos puedan instalar sus restaurantes, áreas de estar, que para ellos sea nada más el negocio redondo, todo estará para ellos”, se quejó uno.
Aseguraron que no permitirán el abuso de la delegada, por eso ya se reúnen los ejidatarios, los hoteleros y los bacalarenses en general, porque no permitirán que sus derechos agrarios sean vulnerados.
El comisariado ejidal, Luis Chimal Balam agregó que, con respecto a las ruinas, ya se les dio 108 hectáreas que pide el INAH, “no estamos de acuerdo que sean expropiadas, lo que nosotros queremos es ser socios y participes del ingreso de las ruinas, pero en este caso el gobierno quiere hacernos a un lado, darnos una migaja de indemnización y cuando quiera llevar a mis hijos y nietos no podrán entrar. Hasta el momento esas 108 hectáreas están apalabradas”.
Destacó que Adriana Velázquez les exige pedirle permiso para entrar a la zona de ruinas, pero como autoridad ejidal no está de acuerdo, porque las leyes ejidales son claras, las tierras son intransferibles, inembargables, inhalables, “ellos pueden titular los montículos como federales, pero a los alrededores les pertenecen a los ejidatarios”.
Por último, Chimal Balam anunció que la próxima asamblea es el domingo 7 de octubre, para esa fecha ya tendrán un buen plan de trabajo para presentárselo al gobierno federal, acompañado de todos los atropellos que han tenido como ejidatarios. (Noticaribe)