México es pionero en aplicar la tecnología láser denominada Detección de la Luz y Distancia (LiDAR, por sus siglas en inglés), un sistema que está revolucionando la arqueología a nivel mundial, ya que ha ayudado a descubrir ciudades enteras, publicó El Heraldo de México.
Esta tecnología, según el doctor Pedro Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), también podría ser aplicada en la planeación del Tren Maya, propuesto por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, el cual recorrerá más de mil 500 kilómetros, en un recorrido desde Cancún hasta Palenque.
“Este sistema podría advertirnos sobre vestigios que se encuentren en la zona y para que se haga un resguardo; lo estamos proponiendo y ya está en consulta”, contó Sánchez.
El primer registro que se hizo en el país con el LiDAR fue en El Tajín, en Veracruz, según detalló. “La doctora Patricia Castillo es una de las investigadoras con mayor experiencia, comenzó en 2010 y el programa no deja de sorprendernos”.
El Tajín fue la capital del imperio totonaca y es una de las zonas arqueológicas más importantes. Gracias al LiDAR, se logró identificar tres canchas de juego de pelota, dos edificaciones denominadas “balcones” y un área habitacional de más de mil años de antigüedad.
Esta tecnología funciona a partir de un dispositivo láser el cual se coloca en un avión o en un dron, desde ahí dispara pulsos en la tierra que, al chocar con ella, permite reconstruir una imagen del objeto o estructura, la cual se lee y codifica a través de un escáner.
“Está ayudando a los arqueólogos para identificar zonas en terrenos extensos; antes que existiera este sistema recurríamos a la fotogrametría y al análisis de imagen satelital, sin embargo, eso no quiere decir que dejemos la investigación de campo”, explicó Sánchez.
El año pasado, el equipo del arqueólogo Ivan Šprajc identificó estructuras piramidales, palaciegas y más de 20 estelas con jeroglíficos en un área modificada por los mayas hace más de un milenio, alrededor de la Reserva de la Biósfera de Calakmul, en Campeche.
En 2017, en Chichén Itzá, Quintana Roo, especialistas del Proyecto Gran Acuífero Maya emprendieron un mapeo subterráneo, mediante el radar de penetración terrestre y drones con el láser para detectar calor, con la intención de identificar las cuevas y cenotes del subsuelo que dieron origen a la ciudad. (Fuente: El Heraldo de México)