Pese a dos muertos por accidente en alcoholímetro de Cancún, estudiante acusado de homicidio culposo libra la prisión preventiva justificada

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Por Gabriel Alcocer

CANCÚN, MX.- El conductor que ocasionó la tragedia en el retén del Alcoholímetro el sábado pasado, nunca estuvo en calidad de detenido, por un enredo legal y por los beneficios que le otorgó el nuevo sistema de justicia penal, lo que ha generado un sentimiento de injusticia entre los familiares y amigos de las dos personas que perdieron la vida.

Los padres del conductor homicida, Mauricio, de 22 años, acreditaron su arraigo en la ciudad ante el Ministerio Público, con un comprobante domiciliario, como un requisito simple para acogerse al beneficio de no permanecer detenido durante el procedimiento, por tratarse de un delito culposo.

Las primeras versiones indicaron que el estudiante fue trasladado a un hospital y que después sería llevado ante el Ministerio Público, donde el expediente fue iniciado por daños y lesiones culposas, considerados como delitos no graves.

Sin embargo, el joven fue dado de alta y nunca estuvo en calidad de detenido. Algunas versiones indicaron que sus padres y abogados acreditaron su arraigo en la ciudad y que incluso, presentaron las escrituras de una propiedad, para garantizar los gastos médicos de las tres personas que resultaron con lesiones y quemaduras, cuando viajaban en un automóvil, tipo Caribe.

Un día después del accidente, la tarde del domingo, perdió la vida uno de los ocupantes de ese vehículo, Javier P. V., y posteriormente, falleció la joven, Rosario M. N., por la gravedad de sus lesiones, provocadas por el incendio del vehículo en el que viajaban, después del terrible impacto de un automóvil, marca Audi, tipo A3, en el retén del alcoholímetro, ubicado esa madrugada en el cruce del bulevar Luis Donaldo Colosio y la avenida Kabah.

Con esto, la situación legal se complicó para el joven conductor y el expediente fue reclasificado a homicidio culposo, pero aun así el nuevo sistema de justicia penal lo considera como un delito que no amerita la prisión preventiva justificada, siempre y cuando acredite su arraigo en la ciudad.

Aunque el joven no se encuentra detenido, el proceso legal debe continuar su curso en el Ministerio Público, donde todavía está abierta la posibilidad de un acuerdo para el pago de una indemnización y de lo contrario, el expediente será turnado ante un Juez de Control, para el proceso de la fijación de la cantidad de la reparación del daño. (Noticaribe)

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