Por Gonzalo Zapata
ESPECIAL | “SÓLO NOS SACARON DINERO, NOS PEDÍAN Y NOS PEDÍAN”: ‘La Fortaleza’, donde familias desalojadas viven entre el abandono y el olvido en la periferia de CancúnCANCÚN, MX.- El 17 de marzo de 2017, 82 familias fueron desalojadas de la zona irregular conocida como El Fortín, en la Región 237 de Benito Juárez, tras un plantón en la plaza de la Reforma del municipio, las autoridades estatales y municipales se comprometieron con el Movimiento Antorchista a reubicarlos.
Los líderes aceptaron un terreno en la zona continental de Isla Mujeres, aseguraron a las familias que en un lapso menor a un año tendrían una zona propia; sin embargo la situación es diferente, de las más de 80 familias hoy sólo quedan 10, los líderes se fueron, dejándolos abandonados.
“Sólo nos sacaron dinero, nos pedían y nos pedían, a la semana eran casi 500 pesos lo que les teníamos que dar”, precisó Yuliana Cocom Rivera, madre de familia y vecina de la hoy zona conocida como la Fortaleza.
Explicó que sin avisar el líder de los Antorchistas en Benito Juárez, David Sánchez Reyes se marchó de La Fortaleza, llevándose sus pertenencias, incluso algunas que se consiguieron con el apoyo de organizaciones civiles.
“Había un muchacho que daba clases a los niños, pero la esposa de don David se molestó porque no venía todos los días, el muchacho venía desde Tres Reyes y pagaba hasta cinco camiones para llegar acá”, comentó Sadín Vadir García.
Él, al igual que las pocas personas que quedan en el lugar, asegura que el Movimiento sólo se aprovechó de la situación para “bajar” dinero a algunos de los colonos, quienes tenían años viviendo en la zona irregular de El Fortín.
Ingresar a La Fortaleza es casi imposible, porque por un lado el camino principal se encuentra sin pavimentación y hoyancos, por lo que casi ningún vehículo llega, a menos que sea propietario de alguno de los terrenos aledaños.
Otro camino, que fue habilitado por los colonos, atraviesa la selva del lugar, y tras caminar 25 minutos por ella se llega hasta la avenida de Rancho Viejo, para poder abordar alguna unidad que los traslade al centro u otro sitio.
Las condiciones son deplorables, cuenta con energía eléctrica, porque el propietario de un terreno aledaño les permitió “colgarse” con su respectivo pago; agua potable sólo una vez a las semana se les provee, los domingos por la mañana.
Las casas en su totalidad están hechas con madera y cartón, sólo existe un tienda de abarrotes que provee de algunos insumos básicos.
“Esperamos que ya el Gobierno del Estado y del municipio puedan darnos un terreno como nos dijeron el día que nos desalojaron”, comentó Abigael Díaz Pérez.
En tanto se encuentran en pláticas con el propietario del terreno para ver la posibilidad de comprarle un “pedazo” del terreno que hoy día ocupan, y es que actualmente le pagan 325 pesos por la renta del mismo y no ser desalojados de nueva cuenta. (Noticaribe)