TABASCO, MX.- Después de ser el partido con más presencia en Tabasco, el PRD enfrenta una crisis financiera que lo ha llevado a despedir a su personal y abandonar la sede que durante décadas ocupó en Villahermosa, en busca de generar “ahorros” que le permitan enfrentar las millonarias multas que mantiene pendientes ante órganos electorales, publicó El Financiero.
La misma situación atraviesa el PRI, que antes de 2018 era considerada la segunda fuerza de la entidad y que ahora se encuentra en riesgo de desaparecer ante el abandono de su militancia y la migración de sus activos políticos hacia Morena que conquistó el 60 por ciento de los votos en los comicios pasados, el gobierno estatal, 15 de 17 alcaldías y tiene mayoría en el Congreso Local.
En septiembre pasado, el Congreso de Tabasco aprobó una reforma para recortar el 50 por ciento en el financiamiento público para los partidos lo que pegó directamente en aquellos que ya habían perdido prerrogativas ante los pocos votos que alcanzaron en las urnas.
El PRD, del que emanó el exgobernador Arturo Núñez Jiménez, recibió en 2018 un total de 20 millones de pesos para actividades ordinarias a nivel estatal, pero para 2019 esa cantidad se redujo a sólo 7 millones de pesos, lo que obligó a sus líderes tomar medidas de “austeridad” de emergencia, siendo la primera desalojar el edificio sede cuya renta costaba 100 mil pesos mensuales.
“Tenemos que buscar otras oficinas que estén económicas para poder operar, porque de acuerdo a la distribución de las prerrogativas, al PRD le tocan alrededor de 600 mil pesos mensuales, de los cuales el 50 por ciento se lo descuentan por multas”, dijo el representante electoral del sol azteca, Javier López Cruz.
Esta semana comenzaron a empacar toda la documentación y limpiar el edificio ubicado en la avenida Gregorio Méndez para comenzar su mudanza a otro más pequeño con una renta promedio de 60 mil pesos; además se espera que los salarios de los empleados que queden sean reducidos a la mitad se contemplen como “honoríficos”.
Por su parte, el PRI tuvo que recurrir a la venta de algunos bienes para poder reponerse del duro golpe económico que recibió; el año pasado tuvo también más de 20 millones de pesos para operar y para este ejercicio sólo tendrá 7.
En ese sentido, la dirigencia reportó ingresos por 215 mil pesos por la venta de 17 vehículos que formaban parte de sus activos durante los años 2015, 2017 y 2018, los cuales se tuvieron que rematar por falta de recursos.
El tricolor aún debe saldar diversas multas impuestas por el INE, la más reciente por 2 millones de pesos. (Fuente: El Financiero)