Por Gonzalo Zapata
CANCÚN, MX.- Un días después del ataque al bar ‘La Kuka’, en la zona urbana de este destino turístico, el lugar permanece con las cintas amarillas y manchones deslavados de sangre en la baqueta; incluso, el lugar también es custodiado por elementos de la policía municipal pero con patrullas de la Policía de Quintana Roo.
El inmueble se ubica justo a lado de una sucursal del banco HSBC y de las oficinas de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), por lo que el movimiento de personas por la zona es considerable.
Y es que, además, mientras el lugar permanece cerrado, motociclistas aprovechan el espacio para estacionar sus unidades, situación que “por el momento” se encuentra prohibida, ya que los policías en el exterior del lugar piden no estacionar las motocicletas en la banqueta de enfrente.
Quienes caminan por el lugar comentan que “Cancún cada vez más se aleja del lugar tranquilo que conocieron hace más de 10 años”.
“Llegué en busca de una mejor calidad de vida, hoy ya no podemos salir con los amigos a ningún lugar porque entran y matan gente”, alegó Jorge Dzul, quien es originario de Campeche, pero que radica en Cancún desde el 2010.
Quienes acuden al banco HSBC miran el lugar y ya saben que la noche del viernes cinco personas fueron ejecutadas en el interior.
Pese a estar custodiado, el lugar por elementos de la policía municipal, hay otras patrullas que se encuentran dando ‘rondines’ por la zona, hay otras que se estacionan de manera momentánea en uno de los cajones de estacionamiento del Oxxo que se ubica cercano a ‘La Kuka’.
A diferencia de otros sitios en donde se han dado ejecuciones múltiples, afuera de ‘La Kuka’ no se han colocado veladoras o flores en memoria de los asesinados. (Noticaribe)