Texto: Jéssica García
Fotos: Andy Alonzo
MÉRIDA, MX.- En medio del debate detonado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para que España y El Vaticano pidan perdón a México por abusos contra indígenas durante la etapa de conquista, en Yucatán, y en particular en Mérida, prevalece una exaltación a la figura de Francisco de Montejo, el “conquistador” de la región del sureste mexicano.
Desde avenidas, fraccionamientos y hasta hoteles y galletas llevan el nombre de Francisco de Montejo o refieren al “conquistador” a lo largo y a lo ancho de la llamada ‘ciudad blanca’.
En contraste, indígenas, que participaron en levantamientos contra los conquistadores en la colonia o contra los criollos dominantes tras la independencia, apenas tienen un lugar secundario en la capital yucateca.
Incluso, Benito Juárez, considerado el principal héroe de México y cuya principal referencia es la de un indígena que se convirtió en presidente del país, está mínimamente en el trazado urbano de Mérida a diferencia de Francisco de Montejo, ya que existe solamente una colonia, ubicada en el norte y tiene un monumento en el parque “Vicente María Velázquez” del Barrio de San Juan, aunque en este sentido se rescata que desde la educación se valora su presencia en la historia con 68 planteles educativos que llevan el nombre del Benemérito de las Américas.
No obstante, bustos, calles o referencias con el nombre de héroes, líderes mayas, siguen siendo los mínimos.
A quien visite Mérida por primera vez, es casi seguro que le recomienden conocer la avenida Paseo de Montejo, pues atrae por su diseño inspirado en los bulevares franceses y las hermosas mansiones de los acaudalados del siglo XIX.
En contraste, la avenida, Jacinto Canek, en homenaje al legendario mártir de Cisteil, no es para nada un referente turístico, y es la principal vía para los pobladores del poniente de la ciudad.
Mérida ha sido considerada en los últimos años como la mejor ciudad para vivir, tanto que fue reconocida por Naciones Unidas como la más habitable de México y por su seguridad, Yucatán cada año atrae a más de 1,5 millones de turistas, pero es la misma entidad en la que gente compra perros guardianes y eleva el muro de su vivienda como una forma de protección, por ser el robo y el daño en propiedad ajena los delitos más recurrentes, de acuerdo con el Instituto Interdisciplinario de Psicología.
Así también ocho de cada 10 habitantes del estado dicen estar felices con su vida, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Su Gobierno es el mejor evaluado del país, pero es el mismo punto geográfico en donde se registran 11,2 suicidios por cada 100.000 habitantes, es decir, más del doble a nivel nacional que es de 5,1; además hay alto índice de pobreza y rezago social y alrededor del 75% de la población considera que existe discriminación contra los mayas.
Estas dos realidades parecen corresponder a dos mundos que habitan en un mismo universo y tan sólo una muestra simple es lo que se percibe en dos avenidas de la ciudad de Mérida, Paseo de Montejo y Jacinto Canek, ambas, siendo de las más importantes y con condiciones opuestas.
Paseo de Montejo es el punto de reunión de la mayoría de habitantes y visitantes, ya que concentra restaurantes, bares, karaokes, discotecas, cafés, pastelerías, entre otros atractivos.
Manuel Zavala Gómez, investigador y compilador de información histórica, afirma que la población yucateca hasta hace 10 años atrás no veía como conquistadores a los Montejo y es por eso que se les seguía rindiendo pleitesía, a tal grado que a los turistas se les comparte más la parte de la historia donde ellos dominan, que la lucha de los mayas por su liberación.
“Desde hace algunos años es cuando han surgido voces que han criticado y exigido al mismo tiempo que no se les rinda culto a los Montejo y todo lo que tiene que ver con la conquista, se trata de un sector de la población que está despertando y poco a poco toma fuerza”, comentó.
Lo que Zavala Gómez comenta tiene relación con un primer suceso ocurrido en 2010, en el que un grupo de ciudadanos exigían retirar las estatuas de los conquistadores y al respecto, él opina que es muy difícil que esto ocurra.
“Es muy difícil que como sociedad demos vuelta a la página, porque siempre habrá reacciones a favor y en contra. La sociedad que ahora está despertando es aquella que ha leído la otra parte de la historia, la verdadera; pero anteriormente no había oposición, al contrario, siempre ha sido motivo de orgullo lo que tiene que ver con los Montejo”, añadió el investigador que ha dedicado gran parte de su vida a estudiar la historia de la ciudad y el estado.
Cabe aclarar que en 1938 el entonces gobernador Humberto Canto Echeverría, cambió el nombre de esta avenida por el de Paseo de Nachi Cocom, héroe maya que se enfrentó contra los españoles, no obstante, Zavala Gómez asegura que esta propuesta fue rechazada por la sociedad y le siguieron llamando Paseo de Montejo hasta la fecha.
En esta avenida que se divide en dos, el “Paseo de Montejo” y “Prolongación Montejo” hay hoteles como Casa San Ángel, Fiesta Americana, El Conquistador, Hotel Montejo, Hyatt Regency, Presidente Intercontinental, Holiday Inn Mérida, entre otros, además de ser un área que permanece limpia, cuidada, con vegetación abundante, hay negocios que fomentan el turismo y artistas que ofrecen su talento a cambio de propinas mientras patrullas prestan servicio de vigilancia de manera permanente.
A diferencia de ésta, en la Jacinto Canek, permean los negocios informales de comida, refaccionarias de autos, edificios con paredes grafiteadas, calles rotas, terrenos baldíos, moteles en los que sus habitaciones no sobrepasan los 500 pesos y centros nocturnos, en donde incluso se ejerce la prostitución.
De acuerdo con informes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado de Yucatán, también en la avenida Jacinto Canek se suscitan con mayor frecuencia accidentes viales a diferencia de Paseo de Montejo, debido a que tiene intersecciones con otras vías con alta afluencia, sobre todo en horas pico, tales como Itzaes, Circuito Colonias, Zamná, Mérida 2000 y Anillo Periférico.
La trascendencia de los españoles ha sido tanta que actualmente la Secretaría de Educación de Yucatán (Segey) reporta que hay alrededor de 60 escuelas, desde preescolar hasta universidad, con nombres relacionados con Montejo, Francisco de Montejo, Francisco de Montejo y León, Montejo el Mozo y Real de Montejo y, aún permanecen con el nombre de Cristóbal Colón nueve escuelas, es decir, llevan el nombre del dirigente de todo el movimiento que llevó a finalizar las civilizaciones mesoamericanas.
La dependencia estatal registra que sólo 19 llevan el nombre de Jacinto Canek y otras 20 se reparten los nombres de líderes mayas como Nachi Cocom, Cecilio Chi, Jacinto Pat y Manuel Antonio Ay.
En 2018, a petición de padres de familia y la directora del preescolar indígena ubicado en Temozón Sur, Abalá, la Segey cambió el nombre de Hernán Cortés por “Sajkab Mukuy” (cueva de tórtolas, en maya), pero a la fecha es el único caso que se ha detectado.
Aunque la dinámica social de los habitantes está cambiando en la capital yucateca, se sigue haciendo una diferencia entre aquellos y los otros, entre los del norte y los del sur, por ejemplo, hay contraste entre las plazas comerciales del sur y las del norte; entre plaza Kukulkán (nombre de una deidad de la mitología maya), en donde un boleto de cine cuesta la mitad de precio, debido a la zona y las personas que ahí habitan y plaza The Harbor, incluida dentro del proyecto Vía Montejo, para la cual se invirtieron 105,2 millones de dólares y en donde es posible hallar líneas de ropa de marcas exclusivas.
El proyecto Vía Montejo contempla departamentos de lujo, oficinas, hoteles, un centro médico y la plaza; se trata de “un desarrollo destinado a convertirse en la capital de Mérida, con experiencias gastronómicas, de entretenimiento, salud, y moda de primer nivel para sus visitantes y residentes”, tal como se anuncia en su portal web.
En el centro de la ciudad, hay un parque dedicado a las víctimas de la Guerra de Castas y como si se tratara de una paradoja, lleva el nombre del general Eulogio Rosado, participante en este suceso histórico, y a diferencia del proyecto Vía Montejo, este sitio con mayor trascendencia histórica, pues data desde 1880, mantiene otras condiciones, que incluyen falta de mantenimiento, vigilancia y donde incluso se han presentado hechos violentos.
Además, como si el nombre determinara el tipo de personas que pueden llegar a un sitio, cerca de este parque hay una pequeña plaza que se llama “Pasaje Cecilio Chi”, en donde la ropa que se vende no es la misma que encuentras en la plaza de Vía Montejo, pues hay prendas desde 50 pesos, locales de comida tradicional y juguetes que no corresponden a marcas reconocidas.
Los locatarios indican que uno de los problemas del lugar es la falta de mantenimiento, pues cuando llueve se hacen encharcamientos y se detectan más goteras cada vez. (Noticaribe)