Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO, MX.- Las empresas que operan a través de plataformas digitales, como Uber o Airbnb, no tienen un esquema que grave sus servicios en el país, lo que deja un espacio que el fisco aún no ha aprovechado; por ello, anualmente México pierde la oportunidad de recaudar cerca de 176 millones de dólares en impuestos al no gravar a las principales empresas de este sector, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Aunque en la Ciudad de México algunos servicios pagan una contribución, no hay una ley que grave específicamente los servicios digitales.
El monto estimado como recaudación potencial por estos servicios se irá incrementando confirme crezcan los servicios digitales en la economía, afirmó Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la Cepal.
Agregó que países como Argentina, Colombia, Costa Rica, Perú y Uruguay ya tiene leyes para gravar el IVA y en Perú el ISR.
La Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) no establece gravámenes específicos para las empresas digitales, por lo que dejan un espacio para la elusión fiscal, afirmó Alejandro Arzate, vocero de la Comisión Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM).
“Es un vacío legal, no se podría hablar de evasión fiscal porque no están incumpliendo las leyes con dolo (…) Se llama técnicamente elusión fiscal, que es cuando legalmente dejas de pagar impuestos, pero no estás cometiendo un acto ilícito”, añadió.
Explicó que hace falta una regulación más específica como en la Unión Europea. No obstante, no se prevé que se realice con la actual Administración.
Otra forma de fiscalización es cambiar el concepto de Establecimiento Permanente de la Ley del ISR, porque las empresas digitales no entran en los supuestos para pagar impuestos, dijo Arzate.
Algunos avances en la fiscalización de estas plataformas son el pago de 1.5 por ciento de IVA de los viajes de Uber en la Ciudad de México desde 2016. Asimismo en la Capital desde 2017 Airbnb paga 3 por ciento de impuesto.
Pero este gravamen no lo pagan las plataformas tecnológicas, afirmó Katya Elizabeth Arroyo Arriola, administradora general de Servicios al Contribuyente del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Cuando se pide una factura a Uber, quien en realidad emite la factura es el chofer o el repartidor por su ingreso percibido, a través de dicha plataforma, afirmó.
Es importante tomar en cuenta a toda la cadena de valor, tanto a la plataforma como a los proveedores del servicio, afirmó Víctor Pérez, socio de Impuestos Corporativos en KPMG.
“Se debe fiscalizar a toda la cadena, aunque yo creo que sería más importante fiscalizar a los proveedores porque son los que obtienen más riqueza”.
Fiscalizar a las plataformas pondría el piso parejo para todos los prestadores de servicios, afirmó Alberto Pastrana Palma, catedrático de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Gravar a las empresas no detendrá su crecimiento, inclusive podría impulsar a las plataformas mexicanas al otorgarle estímulos fiscales mientras se aplica los impuestos a las empresas, dijo.
