Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO, MX.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su gobierno no irá a la guerra contra las bandas del narcotráfico, luego de que grupos delictivos incendiaron vehículos en Tabasco y colocaron mantas con amenazas contra la Guardia Nacional, a sólo un día de su despliegue.
“No hay ese propósito, nosotros no queremos la guerra, lo dije ayer (lunes), se acabaron los exterminios, las razias, las masacres”, señaló.
“Nosotros vamos a garantizar la seguridad pública con presencia de la Guardia Nacional para proteger a los ciudadanos, y van a haber, desde luego, reacciones, pero vamos a actuar con prudencia y al mismo tiempo con firmeza”, agregó.
Al referirse al tema, López Obrador informó que, frente a su casa particular, en Tlalpan, fue colocada una manta con un mensaje. Y, aunque no dio detalles, aseguró que no se siente amenazado.
“Pues es una manta, depende de cómo lo vea uno, sin baladronadas, pues yo puedo decirles que soy un ser humano, que tengo miedo, como todos los seres humanos, pero al mismo tiempo también puedo decir que no soy un cobarde. Nada más”, afirmó en conferencia matutina
“Entonces, esto de las mantas pueden seguir apareciendo y puede haber estas reacciones. Nosotros tenemos que cumplir con nuestro deber, con nuestra responsabilidad”.
“Y hacerles un llamado a todos a portarnos bien, ya no son bien vistos los que se portan mal, ya ni siquiera gustan mucho las series esas donde los que se portan mal se vuelven famosos o importantes, ya es otra cosa”.
“Los que ponen las mantas o actúan así no son bien vistos por la población, por la gente, además, que se porten bien porque hacen sufrir mucho a sus mamás, a sus familiares, ahí andan las mamacitas sufriendo porque sus hijos están detenidos o porque no les han hecho justicia porque uno de los hijos o dos perdieron la vida, sufren mucho las mamás”,señaló.
Sin embargo, minutos después de la declaración, el vocero presidencial, Jesús Ramírez, aseguró que se trató de una confusión, ya que el presidente se refería a la manta que apareció en Celaya, Guanajuato, el 19 de abril, en la que aparecía una amenaza contra el mandatario y su domicilio particular.
Por otro lado, López Obrador volvió a reconocer que el problema de la violencia y la inseguridad es una asignatura pendiente de su gobierno.
“No hemos podido disminuir el número de delitos, sobre todo lo que tiene que ver con homicidios, es prácticamente lo mismo que heredamos del antiguo régimen”, aceptó.
“Estamos haciendo el compromiso de aplicarnos ahora con la Guardia Nacional y con otras acciones. Estoy convencido que vamos a entregar mejores cuentas”.
Sostuvo que, en pasadas administraciones, la delincuencia ha operado en contubernio con las autoridades, con impunidad y corrupción. (Agencia Reforma)