CANCÚN, MX.- Una empresa estadounidense, la North American Specialty Hospital o NASH, basada en Denver ha creado una nueva modalidad de turismo médico, al traer no solo al paciente, sino que además al cirujano a Cancún, lo que le da una mayor tranquilidad a sus clientes, además de abaratar costos sustancialmente.
El costo de los hospitales en Estados Unidos, el país que más gasta en salud en el mundo, hace que, incluso con su versión del seguro popular, el sistema “Medicare”, sea mucho más económico someterse a una intervención médica en el extranjero, hasta con cirujanos importados de su propio país.
En el caso de NASH, desde 2017, envían a sus pacientes al hospital Galenia de Cancún, considerado de alto lujo y con certificaciones. Los doctores que son traídos con su viaje pagado ganan hasta tres veces más de lo que cobran a través de Medicare en su propia clínica. Por ello, ya cuentan con 40 cirujanos ortopedistas inscritos a esta modalidad de turismo médico.
NASH, que cobra una comisión de cada paciente enviado, señaló en un reportaje publicado por el portal web Keiser Health News, que el poder ofrecer tratamiento con cirujanos estadounidenses ha sido una gran ventaja a la hora de vender sus servicios.
Todo el resto del equipo, como enfermeras y otros doctores, son mexicanos. NASH también contrata un seguro contra demandas por malapraxis, para darle mayor tranquilidad tanto a los doctores como a la clínica cancunense.
En Estados Unidos, el insertar una prótesis de rodilla cuesta en promedio 30 mil dólares, indica la publicación, aunque a veces puede duplicarse o triplicarse este costo, mientras que en Cancún todo el proceso cuesta 12 mil dólares.
Esto se logra porque la noche de estadía cuesta 300 dólares en el Galenia, en lugar de los dos mil dólares en clínicas estadounidenses. La prótesis misma, idéntica, adquirida de la misma fábrica, cuesta 3 mil 500 dólares en México, pero casi 8 mil en Estados Unidos.
Sin embargo, la publicación señala que continúa el escepticismo por los riesgos en viajar al extranjero para someterse a una cirugía, considerándolo un “salto de fe” hacia un desconocido. (Agencia SIM)