Por Javier Chumacero
PLAYA DEL CARMEN, MX.- El miércoles 25 de octubre, José Antonio Terrazas, director general de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Cambio Climático reconoció la demanda de los comerciantes y hoteleros: no había que remodelar la Quinta Avenida por la inminente temporada alta. Sin embargo, la presidente municipal Laura Beristain dio la orden en sentido contrario.
De hecho, el único aval que se dio fue para la modernización del parque Fundadores, siempre y cuando se respetara el kiosko. La licitación se haría en noviembre y la obra estaba programada para seis meses con un costo cercano a los 20 millones de pesos. El 15 por ciento de la inversión total que era de 113 millones de pesos.
Desde que la presidente municipal había anunciado que los trabajos se harían luego de la Semana Santa, se celebraron al menos siete reuniones. El argumento de los prestadores de servicios turísticos siempre fue el mismo: este año se preveía bajo en ocupación y ventas, y su única esperanza era diciembre.
Lo cierto es que el director general jamás logró convencer que la remodelación sería cosa de tres meses. Los empresarios admitían la necesidad de remodelar la Quinta, pero pedían que fuera en temporada baja. Luego solicitaron que se limitara a las bocacalles, pero el tiempo fue transcurriendo y no había claridad en la propuesta del Ayuntamiento. Incluso trascendió también que no había recursos en las arcas municipales para emprender el proyecto.
Hasta ese miércoles 25 de octubre que Terrazas se rindió. Al día siguiente fue a comunicarle a la alcaldesa el acuerdo y se topó con una contraorden. “Ya se les ha avisado desde hace mucho tiempo”, dijo como argumento principal. Y dio paso a un enfrentamiento con el sector empresarial.
Con este ya van tres temas que han tensado la relación de Beristain con el CCERM y la Canaco: la instalación de los parquímetros, la actualización de las tablas catastrales y la remodelación de la Quinta Avenida.
Por cierto, hoy viajó a la Ciudad de México la alcaldesa. (Noticaribe)