DISCURSO | “El Consejo de la Judicatura no puede ejercer sus funciones en una torre de marfil”, dice Joaquín González Castro al comparecer ante el Congreso

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Intervención del Lic. Joaquín González Castro durante la comparecencia ante la H. XVI Legislatura (diciembre de 2019).

Con su venia C Presidente.

Saludo con mucho respeto a todos los integrantes de esta soberanía. En ustedes está la representación popular que sintetiza esperanzas y expectativas, que la población espera deje huella en el devenir de nuestra entidad.

Como fruto de sus deliberaciones, de sus consensos y de sus acuerdos depende que el andamiaje jurídico garantice certidumbre y armonía.
Formulo votos para que se alcancen entendimientos y la celebración de acuerdos para avanzar. La pluralidad de ideas no debe caer en enfrentamientos estériles y menos en retroceso.

La renovación del Consejo de la Judicatura del Estado, nos permite este diálogo en que se interrelacionan los Poderes Ejecutivo y Legislativo para el adecuado funcionamiento del Poder Judicial.

Agradezco al Gobernador Carlos Joaquín por la distinción de incluirme en la Terna presentada a este H Congreso, quien tiene la facultad constitucional de designar a los Consejeros Ciudadanos del Poder Judicial del Estado.

La Constitución de Quintana Roo sabiamente dispone, que, para integrar el Consejo de la Judicatura, el Poder Ejecutivo propone y el Congreso dispone. Un balance perfecto en el diseño y operación de sus instituciones democráticas. La soberanía popular manda.

En este punto nuestra Constitución es más avanzada que incluso la federal, donde el Senado de la República designa dos consejeros y el presidente de la República directamente nombra un consejero.

Estamos aquí para exponer nuestro punto de vista, sobre uno de los temas más sensibles de la convivencia humana: la impartición de justicia.

El Poder Judicial de la Federación derivado de las reformas constitucionales de diciembre de 1994, puso en marcha un nuevo modelo de organización y competencias; el Pleno de la Suprema Corte de Justicia se redujo de 21 a 11 ministros, desaparecieron los ministros supernumerarios y nació el Consejo de la Judicatura con siete miembros: el Presidente de la SCJN y seis Consejeros.

Los cambios se hicieron con la finalidad de que los Ministros concentraran su labor en la función jurisdiccional, la cual se amplía con las facultades para resolver Controversias Constitucionales y Acciones de Inconstitucionalidad.

En Quintana Roo el Consejo de la Judicatura surge en el año 2003 y se integra por cinco miembros de los cuales, uno será el presidente del Tribunal Superior de Justicia, quien lo presidirá; un Magistrado Numerario nombrado por el Pleno del Tribunal Superior de Justicia; un Juez de Primera Instancia nombrado por el Colegio de Jueces, de entre quienes tengan mayor antigüedad, y dos Consejeros Ciudadanos designados por la Legislatura. Los consejeros no representan a quien los designa, por lo que ejercerán su función con independencia e imparcialidad.

El Consejo de la Judicatura tiene a su cargo la administración, vigilancia, disciplina y carrera judicial del Poder Judicial del Estado.

El pasado 24 de noviembre nuestro Estado ha cumplido 45 años como entidad federativa; con base en la Constitución de 1975, las quince legislaturas de Quinta Roo han tenido un arduo trabajo para construir leyes e instituciones. Corresponde ahora a esta XVI Legislatura inaugurar una nueva época.

El Estado de Derecho nunca es un todo acabado, porque la sociedad es un cuerpo vivo que evoluciona y que marca un rumbo. Y son precisamente los legisladores los que tienen el pulso del sentir social para estar siempre a la vanguardia.

Quintana Roo es un estado que siempre ha rehuido el inmovilismo. Tenemos tradiciones y un acervo histórico y cultural del que estamos orgullosos, pero también tenemos una vocación de modernidad y de espíritu siempre abierto al viento de todas las transformaciones.

Considero que las leyes son el instrumento para construir la justicia, suprema aspiración de los seres humanos.

Quintana Roo es la historia de todas las mujeres y hombres que la construyen día a día, con trabajo denodado desde todas las trincheras. Desde el pensamiento y desde la acción se abren las nuevas vías para forjar el porvenir.

En la biografía personal de cada quintanarroense está el libro abierto de su vida, de sus afanes y de su vocación. Yo pongo la mía sobre la mesa, sujeta al escrutinio y análisis de ustedes y sujeta también al escrutinio público.

Servir a la justicia es, entre otras cosas, también un deber de transparencia y un compromiso con la verdad, la verdad despojada de sesgos y de intereses particulares, sectarios o coyunturales.

Tengo una historia personal de 46 años de ejercicio profesional que es mi principal patrimonio moral. He servido a mis conciudadanos en los poderes legislativo, ejecutivo y judicial; en responsabilidades de carácter federal, estatal y municipal.

Creo en la ética del servicio público.

Creo en las leyes como supremos baluartes de un Estado de Derecho, de la sana convivencia social y para la preservación de nuestros valores cívicos, éticos y democráticos.

Creo en la justicia, no como una aspiración inalcanzable, sino como fruto tangible que le brinda legitimidad a las instituciones.

Creo que la correcta impartición de la justicia les garantiza legitimidad y fortaleza a las instituciones.

Creo que debemos fortalecer la credibilidad en la impartición de justicia, para lo que el Consejo de la Judicatura es una herramienta fundamental.

Creo que el Consejo de la Judicatura no puede ejercer sus funciones en una torre de marfil sino con la cercanía y el acompañamiento de la sociedad.

Creo en la trascendencia de la virtud de actuar apegado a la legalidad y a nuestras convicciones.

En este Recinto Legislativo se respiran los nuevos tiempos que vive Quintana Roo.

Agradezco señoras y señores diputados su atención; su confianza será para renovar mi compromiso por Quintana Roo.

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