Hidalgotitlán, Veracruz.- Para recibir al Presidente Andrés Manuel López Obrador en el Ejido San Carlos, a una hora de Minatitlán, Veracruz, aplanaron y ampliaron la carretera de terracería, colgaron una manta de bienvenida en la entrada, mataron diez vacas y las hicieron barbacoa, y la cabeza de un perro negro acabó pintada con rayas amarillas por el balizamiento alrededor del auditorio.
Borraron con pintura blanca un letrero del extinto programa Prospera del sexenio de Enrique Peña Nieto y, para guardar el orden en el encuentro del Presidente con beneficiarios del Programa Sembrando Vida, fueron colocadas vallas de fierro con el color de Morena.
En la entrada vendían calendarios de 2020 con la foto de López Obrador y la frase: “El hombre más grande en la historia moderna de México”; chalecos guindas de Morena con la leyenda “Gobierno de México” en la espalda; muñecos de peluche con una banda presidencial y el escudo de Estados Unidos.
“Antes le ponía una moneda de diez centavos, pero este escudito se me hizo más bonito, resalta más”, dijo la vendedora.
A los asistentes les repartieron la “Cartilla Moral”. Los beneficiarios ya estaban en las primeras filas con sus playeras oficiales y sus carteles de agradecimiento al Presidente, pero decenas de pobladores se quedaron afuera para darle la bienvenida y pedirle ayuda.
Los de Chinantla colgaron una lona pidiendo un camino: “Señor Presidente: acérquenos a la civilización, sólo son 92 kms”.
“Venimos por agua para López Mateos. Esta hoja es la que él va a recibir, esta otra es la que nos va a firmar de recibido”, dijo un hombre de huarache y sombrero.
El convoy de diez camionetas llegó levantando el polvo que se confundió con la neblina y todo quedó en suspenso mientras el Presidente recorría el vivero que surtirá a los sembradores de árboles frutales y maderables a cambio de un apoyo del Gobierno de 5 mil pesos mensuales.
El lugar estaba resguardado por elementos del Ejército vestidos de civil y la Policía Federal.
Tres días antes había aparecido colgado cerca de ahí un supuesto participante de la matanza de 14 personas, incluido un bebé de un año, en una fiesta en Minatitlán en la Semana Santa pasada.
En el templete estaba el Alcalde Federico Tadeo Sánchez, quien suplió al candidato electo Santana Cruz Bahena, ejecutado en 2017 en su propia casa. Pero el Gobernador Cuitláhuac García omitió hablar de inseguridad, su discurso fue para alabar al Presidente.
“El Gobierno de Veracruz es un gran aliado de las políticas del Presidente y siguiendo su guía de beneficiar directamente a las personas…”.
Y que ya recibió indicación del Presidente de que se haga de concreto la carretera de Minatitlán hasta Hidalgotitlán y que así va a suceder.
“Si llego en helicóptero para venir aquí a San Carlos, ¿cuándo me voy a dar cuenta de cómo está el camino? Ya todo eso se terminó”, dijo López Obrador con ese tono de patriarca y benefactor que se celebra a sí mismo.
Sostuvo que hay un problema serio de violencia, pero que él es el único Presidente que se reúne de lunes a viernes de seis a siete de la mañana con el gabinete de seguridad.
“Esto no se hacía antes”. Aunque no reconoció que los delitos no han bajado, sino empeorado. Aún así, el público, subido a las azoteas, a los árboles y a las vallas de fierro para verlo mejor, lo ovacionó. Le pidió su reelección cuando él advirtió que Sembrando Vida tendrá presupuesto mientras sea Presidente.
“¡Te vamos a reelegir!”, le gritaron.
“No, no va a haber reelección, además, imagínense lo que dirían mis adversarios: ‘¿Cómo va a seguir si ya está chocheando el viejito ese?’. ¡Estoy al 100!”, respondió. (AGENCIA REFORMA)