Por: Jéssica García
Fotos: Andy Alonzo
MÉRIDA, MX.-
Más de cuatro mil personas asistieron a la primera Feria del Queso de Bola que se realizó en Mérida, en donde las personas pudieron degustar una gran variedad de platillos a base de uno de los ingredientes más típicos de la región.Desde una estructura de más de dos metros en la entrada del Museo de los Ferrocarriles, que hacía alusión a este producto holandés de origen, pero yucateco por aceptación, hasta figuras miniaturas detalladas en aretes, pulseras, lapiceros y llaveros, eran algunos de los artículos que se podían encontrar en esta feria que pretende convertirse en un circuito regional, ya que se llevó a cabo en Chetumal, Quintana Roo a mitad del año y se realizará en Campeche en 2020.
Sumado a estos accesorios, la variedad gastronómica también tuvo lugar, pues los más de 100 participantes ofrecieron pasteles, brownies, panes, frappés, empanadas, buñuelos, helados y hojaldras, entre otras opciones que estuvieron al alcance de todas las familias que llegaron al lugar.
Sobre todo, no pudieron faltar las marquesitas, principalmente, las de “Don Polito”, quien lleva por nombre real Vicente Mena Heredia, pero los yucatecos lo identifican más por el mote de la heladería y las marquesitas que vende junto con sus hijos y colaboradores en los parques Santa Lucía y Santiago, y en la Plaza Grande.
A sus casi 90 años, don Polito conserva un legado: el uso del queso de bola para las marquesitas, las cual asegura haber inventado a sus 30 años.
“En 1910 mi abuelo comenzó a hacer los helados y los vendía en barquillos, yo ni había nacido; luego mi papá se quedó a cargo del negocio y cuando lo dejó, comencé a trabajarlo yo y un día, haciendo los barquillos, empecé a hacer los arrolladitos, la forma de la marquesita”, describió el hombre que es reconocido por gran parte de la población yucateca.
Tras recordar que a las personas que compraban los helados en el negocio les regalaba un arrolladito, reconoció que las marquesitas como se conocen ahora no surgieron al primer intento, ya que la primera vez usó carne molida para rellanarlas, pero afirmó que a la gente no les gustó para nada.
Al ver que era una posibilidad de buena idea vender los arrolladitos en lugar de regalarlos, probó con queso Daysi y notó que hubo mayor aprobación, sin embargo, la mayor aceptación la tuvo cuando se le ocurrió usar queso de bola.
“Al principio las vendía en mi casa, había una terraza y los vecinos iban a hacer las tertulias, compraban helados y poco a poco, marquesitas, hoy en día ya se venden por todas partes”, agregó.
De esta manera, marquesitas “Don Polito” tuvieron un lugar en la feria que incluso tuvo visitantes de otros municipios distintos a Mérida, estados vecinos y de mucho más lejos, como es el caso de Ramón Antonio Franco, originario de la capital yucateca, pero desde hace 27 años vive en Dallas, Texas, en donde tiene un pequeño restaurante de comida Tex-Mex, en donde incluyen platillos yucatecos y acostumbran el uso del queso de bola.
“Tenemos una variedad de platos y postres y usamos como base principal el queso de bola, por ejemplo, panuchos con salsa de tomate, rellenos de este queso”, indicó.
Aunque algunos ingredientes yucatecos son sustituidos en la preparación, como es el caso de la chaya por espinaca, el queso de bola no es irremplazable, por eso al enterarse de este evento, no dudó en acudir y conocer qué otras opciones se pueden preparar y ofrecer a sus más de cinco mil comensales que llegan mensualmente.
De esta manera, el evento que duró poco más de cuatro horas, dio la oportunidad también de revivir uno de los espacios que han estado en el olvido en el centro de Mérida, el Museo de los Ferrocarriles, pues cientos de familias aprovecharon también a tomarse fotografías con las maquinarias que reflejan el pasado yucateco. (Noticaribe)
