Como aquella clásica de “¡al ladrón, al ladrón!”, en Morena hasta ahora han podido ‘fintear’ acerca de en qué bando del ‘morenismo’ está el exgobernador, Félix González Canto.
Muchos insisten que está en el Palacio Municipal de Solidaridad (Playa del Carmen) y en la colonia Tabacalera en Ciudad de México.
Pero en realidad, ‘la mano’ de Félix González está en el Congreso del estado, a donde, tras el ascenso de Reyna Durán como presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), han llegado, con un empujoncito del diputado federal, Luis Alegre, los hermanos Luis y Alejandro Alamilla, que ascendieron en sus respectivas carreras políticas en el ‘felixismo-borgismo’ y ahora están en ‘cargos de mando’ en el ‘curvato’ de Punta Estrella”, pero sin puestos definidos.
Dicho sea de paso, la relación de Luis Alegre con el ex Gobernador es muy cercana, pues Félix hizo consejero ciudadano del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del estado a Gastón Alegre López, padre del Diputado federal.
También se nota la mano del ex Gobernador en el Palacio Municipal de Benito Juárez, aunque de manera no tan directa. Desde su intermediación en el proceso electoral de 2016, González Canto mantiene, junto algunos de sus sus amigos y socios, una fuerte influencia con la alcaldesa ‘Mara’ Lezama, en temas relacionados a impuestos, derechos permisos y concesiones.
Y mientras tanto, el Congreso del estado y la comuna de Cancún se convulsionan, Félix González se sigue consintiendo y en estos días se ha dado una escapadita al sur de Europa.
