Yucatán pierde manglar a causa de parques eólicos y fotovoltaicos, denuncian

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Por Jéssica García

MÉRIDA, MX.- Más de dos mil 500 hectáreas de manglar se encuentran en proceso de degradación en la región de Yucatán, como consecuencia de la construcción de carreteras y el desarrollo de parques eólicos y fotovoltaicos.

Bajo la premisa que marca la Ley General de Cambio Climático y el acuerdo que hizo el Gobierno mexicano de que respecto a emisiones de Gases y compuestos de Efecto Invernadero (GEI), se asume una meta de reducirlas a un 30% en 2020, así como un 50% de reducción al 2050, además de establecer el objetivo de lograr por lo menos 35% de generación de energía eléctrica a base de energías limpias para el año 2024, en Yucatán se ha devastado manglar y selva en buen estado para su cumplimiento.

Al respecto, Ernesto Gómez, director del Programa de Conservación de Aves, de la Asociación Pronatura Yucatán, recalcó que los Gobiernos del estado y federal, sólo se remiten a cumplir con ello sin hacer los estudios correspondientes.

“¿Cómo se estén desarrollando las energías limpias? al Gobierno parece que no le importa y se están concediendo permisos para desarrollar sin tener en consideración las áreas en las que se están construyendo los parques eólicos y fotovoltaicos”, precisó.

Mientras que su trabajo es estar al tanto de la conservación de las aves endémicas y las que migran al estado, su tarea también es estar al tanto del estado de las selvas y manglares, puesto que son precisamente las zonas en las que las diversas especies se refugian, descansan, se alimentan y se reproducen.

Sin embargo, de acuerdo con las últimas observaciones que han hecho los especialistas de Pronatura, han detectado que el establecimiento de dichos parques sí ha afectado el territorio de selva y manglar en el estado, a tal grado que ahora se ha observado que son cerca de dos mil 500 hectáreas de manglar que están en proceso de degradación.

Esta es la consecuencia de establecer construcciones cercanas a área de manglar, lo cual origina que pierden su flujo hidrológico y les causa la muerte paulatina, esto a pesar de que esta vegetación brinda siete veces más carbono que una selva en buen estado de conservación, es decir, se trata de un buen elemento que compone al oxígeno.

“Posteriormente al manglar están los permisos para que se desarrollen las energías limpias y por ejemplo, si un ave migratoria viene viajando y llega a la zona que antes era para su descanso, primero encuentran carreteras; después, manglares en estado de pérdida y luego, los parques eólicos”, explicó el especialista.

A manera de ejemplo, agregó que hay estudios que comprueban que en California, los parques eólicos son los responsables de la muerte de más de 50 mil aves cada año y muchas veces se trata de especies que ayudan a mantener un equilibrio ecológico, es decir, águilas, aguilillas y zopilotes que son los que se comen los cadáveres de otros animales muertos.

Ernesto Gómez explicó que los parques de energías limpias no sólo afectan a la población de aves en Yucatán sino a los árboles circuncidantes porque se generan islas de calor y también a las poblaciones de murciélagos porque ellos son muy sensibles al ruido que ahí se produce.

Cabe recordar que tan sólo en mayo del año pasado, el gobernador Mauricio Vila Dosal inauguró el Parque Eólico de Dzilam de Bravo, el cual cuenta con 28 aerogeneradores y en el que se destinaron cerca de 120 millones de dólares para el uso de un polígono de mil 346 hectáreas.

De igual forma, en lo que va de su gestión se inauguró otro más de energía solar en Dizlam de Bravo que se suma a uno que funciona en Tizimín.

Sin embargo, Pronatura tiene conocimiento de que hay una empresa que busca desarrollar otro parque de energías limpias en Tekax, en donde se pretende colocar más de un millón de paneles, para lo cual se devastarían alrededor de 650 hectáreas de selva en buen estado de conservación. (Noticaribe)

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