Mucho se ha escrito en el pasado sobre el impacto que traerá la alianza de Morena con el PVEM en Quintana Roo.
Esta alianza no es nueva, ya que juntos y por pura conveniencia, además del PT, fueron a las elecciones que dieron el triunfo a López Obrador.
La ratificación de su alianza para defender el proyecto de la 4T obradorista sólo es la confirmación de que los pactos se mantienen vigentes.
En Quintana Roo, eso significa entregarle al PVEM cuotas de poder y posiciones electorales para la próxima elección de alcaldes en el 2021, a pesar de que los ‘verdes’ representan una pequeña cuota del voto y solos no ganarían ni un resfriado.
Así las cosas, aunque a muchos morenistas no les parezca, los verdes se quedarán con candidaturas que sólo han cosechado en las mesas de negociación en la CDMX.
Este sería claramente el caso de Cancún, hacía donde se está perfilando a Gustavo Miranda, el nuevo descubrimiento del ‘Niño Verde’.
Si las tendencias de las encuestas se mantienen, Morena, aun en alianza con el PVEM y pese al gobierno de Mara Lezama, tiene una alta probabilidad de ganar la elección en Cancún ante el desconcierto de la oposición local que luce sin cuadros y padece acuerdos y pactos que la mantienen debilitada.
Además, los cancunenses, ya se ha visto, son un electorado errático, sin memoria ni contexto, que además carece de liderazgos y visión de largo plazo, y que en los últimos años la riega o la derrama.
Y eso es bueno para el proyecto de la 4T.
La alianza también podría beneficiar al PVEM en Puerto Morelos donde Laura Fernández, ex priista que se afilió a los verdes, concluirá un gobierno de cinco años y es un territorio que ven como de su propiedad.
De hecho, si las dificultades para Morena crecen en los próximos meses, el PVEM podría reclamar en las negociaciones nacionales encabezar la alianza para la gubernatura del 2022.
Ya se vio que Quintana Roo, para Andrés Manuel, no es uno de sus estados estratégicos y podría sacrificarlo en aras de mantener contentos a sus aliados.
Y muchos morenistas que andan alborotados podrían quedarse vestidos y alborotados.
Aunque para eso todavía falta mucho tiempo y muchas cosas pueden ocurrir aún en el camino.
