¿Qué sería del PVEM sin alianzas?
No es una pegunta capciosa.
Casi desde su fundación, el Partido Verde Ecologista de México se ha valido de sus alianzas para perdurar, sobrevivir, enquistarse en el poder y obtener diputaciones, senadurías, gubernaturas y cientos de posiciones políticas en gobiernos de todos colores.
Oportunistas consumados, siempre han navegado hacia donde el viento sople.
Fueron aliados del PAN de Fox y Calderón, luego del PRI de Peña Nieto y, cuando parecía que quedaban contra la pared, dieron una maroma para aliarse con Morena de Andrés Manuel López Obrador.
Por supuesto, la culpa no es de ellos sino de quien los hizo compadres.
En Quintana Roo, los verdes han obtenido regidurías, presidencias municipales y decenas de puestos en los gobiernos municipales y estatales aliados con el PRI y Morena.
El tema de las alianzas viene a cuento porque ayer la dirigencia nacional de ese partido emitió un comunicado en el que dice que para las próximas elecciones del 2021 están planeando participar por su propia cuenta, sin alianzas.
Más de uno habrá levantado la ceja y no es para menos porque de entrada es poco creíble que solos sean una fuerza política capaz de ganar elecciones, salvo en algunos distritos y municipios, en otros estados.
En Quintana Roo, el diputado verde, José de la Peña, fue uno de los que no le sentó bien esta nueva postura de su partido, ya que es en alianza como han obtenido todas sus posiciones políticas en últimos años.
Y sin alianza, José de la Peña ve poco creíble ganar por sí solo la alcaldía de Puerto Morelos que actualmente está bajo el control de su partido de la mano de Laura Fernández Piña.
Es por eso que Pepe de la Peña ya anunció que enviará una carta a su dirigencia nacional para exponerle su desacuerdo con esta política de cero alianzas
Otro que saltó es el novel diputado Gustavo Miranda que ya se sentía candidato (en alianza con Morena) para la alcaldía de Benito Juárez (Cancún) y que, en solitario, no ganaría una votación ni en su edificio.
Por supuesto, el anuncio del PVEM pareciera más una estrategia electorera para tratar de vender caro su amor ahora que sus bonos van a la baja. Y como hoy dicen una cosa, mañana dirán otra.
Esta historia continuará.