SONORA, MX.- La familia Davis, originaria de Arizona, Estados Unidos, vivió momentos de terror al ser asaltada por sujetos armados en una carretera del estado de Sonora mientras se dirigía a pasar unos días en su casa de playa ubicada en Puerto Lobos, en el municipio de Caborca, zona que actualmente se disputan narcotraficantes del Cártel de Sinaloa (CDS) y el Cártel de Caborba, el cual es encabezado por Rafael Caro Quintero, alias el Narco de Narcos, publicó La Opinión.
Los hechos ocurrieron a la altura del Ejido El Sahuaro el pasado martes alrededor de las 18:00 horas (tiempo local), cuando Mason Davis fue interceptado mientras conducía su camioneta Toyota Tundra 2017 con un remolque con tres cuatrimotos y una bicicleta de montaña.
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Junto a él viajaban su esposa Natalie y sus dos hijas adolescentes con hieleras, ropa y alimentos para varios días.
Denunciaron que en el camino, un automóvil sedán color gris se les emparejó y uno de sus ocupantes sacó un arma AK-47 y apuntó directamente a Mason.
“Le ordenaron orillarse o le iban a disparar, inmediatamente mi esposo se orilló y le ordenaron bajarse de la camioneta mientras tenía el arma apuntando a su cara”, narró Natalie.
“Mientras se bajaba del auto, un miembro del cártel empezó a subirse con mis hijas y yo misma aún adentro. Sabiendo que el miembro del cártel se iba a ir con la familia adentro, Mason le suplicó al hombre que dejara salir a su familia. En cuestión de segundos, todos tomamos una decisión y salimos del auto inmediatamente”.
La familia quedó sola en medio de la carretera con el temor de aún estar en peligro.
Al momento del atraco, una de sus hijas estaba grabando con la aplicación de Snapchat, por lo que su rostro con lágrimas y pánico quedó registrado en su celular.
Las tres mujeres corrieron a resguardarse hacia los campos cercanos, mientras que Mason volvió a la carretera a pedir ayuda.
Unas personas que transitaban por la zona los ayudaron y los trasladaron hasta una base militar, donde contactaron a autoridades estadounidenses.
Luego, la familia fue llevada a un hotel de Puerto Peñasco donde durmieron, pues debido a las restricciones por la pandemia de COVID-19 no pudieron regresar a su país esa misma noche.
“Mi familia está a salvo, mis hijas no fueron secuestradas, nuestras vidas se prolongaron y recuerdo nuevamente que Dios vive y vela por cada uno de nosotros”, expresó Natalie.
Tras estos hechos, la Secretaría de Seguridad Pública de Sonora afirmó que incrementaron los patrullajes de la Policía Estatal, la Marina, el Ejército y la Guardia Nacional con la finalidad de dar tranquilidad a viajeros, turistas y residentes en esta zona. (Fuente: La Opinión)