CANCÚN, MX.- Una de las razones que hacen sentir orgullosos a los mexicanos es su legado histórico y cultural, reflejado en grandes edificaciones y vestigios de las civilizaciones prehispánicas.
En la región Centro-Occidente están varios sitios arqueológicos muy recomendados por el programa Viajar En Corto, que promueven los seis estados que conforman esa agrupación.
Antes de realizar algún viaje se recomienda consultar el semáforo epidemiológico del estado a visitar y seguir las indicaciones de las autoridades de salud.
Ubicado en Calvillo, Aguascalientes, El Ocote es un sitio ancestral enclavado en las montañas; fue de los primeros asentamientos que se dieron en la región. Tiene una extensión de 60 hectáreas, con pinturas rupestres. En esta zona también se pueden realizar actividades como alpinismo, rappel, ciclismo, paseos ecuestres y caminatas.
Las Plazuelas es un sitio arqueológico en San Juan El Alto Plazuelas, al oeste de Pénjamo, Guanajuato. Es una de las ciudades más complejas de esta región, ocupada entre 600 y 900 d.C.
Peralta, ubicada en la comunidad con el mismo nombre, en el municipio de Abasolo, Guanajuato, constituye una de las mayores expresiones constructivas de la población que vivió en El Bajío. Fue ocupado entre los años 300 y 900 d.C.
En Jalisco, el arqueólogo estadounidense Phill Weigand descubrió Guachimontones, un conjunto arquitectónico que demostraba que en la región se presentaron asentamientos importantes, comercio, cultura y poder. A diferencia de las grandes pirámides, sus estructuras son circulares.
Tancama, cuyo nombre de origen huasteco significa “Cerro de Fuego”, está en la Sierra Gorda, a 15 minutos de Jalpan de Serra, Querétaro. Este centro ceremonial prehispánico tuvo su época de esplendor entre el año 700 y 900 d.C. pero sus orígenes se rastrean desde el 200 d.C. La zona cuenta con 62 edificaciones de diversos tamaños y formas circulares y semicirculares.
Ranas tuvo su esplendor entre los años 600 y 900 d.C. y se considera que fue importante centro político administrativo, asociado a la gran extracción minera que se realizaba en la región, principalmente del cinabrio, un tinte de gran valor para los pueblos mesoamericanos. Esta zona arqueológica se encuentra en la Sierra Gorda, cerca de San Joaquín.
A hora y media de Ciudad Valles, San Luis Potosí, está Tamtoc, la ciudad más importante de la región. Alcanzó su mayor esplendor en el 300 d.C. Su nombre significa “lugar de las nubes de agua”. Hay más de 70 estructuras divididas en tres grupos: En el A destacan 23, algunas circulares; la más importante es la conocida como el Corcovado; en el B, sobresale una edificación, igual de planta circular, pero con cuatro accesos en alusión a los puntos cardinales. En el C han sido exploradas 12 y en los alrededores se hallaron esqueletos humanos y vestigios de pintura mural.
Tamohi o El Consuelo, está ubicado sobre el río Tampaón, el sitio tiene varias escalinatas y su principal atractivo es un basamento que representa a Quetzalcóatl, además de un pequeño observatorio que en marzo anuncia la llegada de la primavera. En este lugar fue hallado la escultura del “Adolescente Huasteco”, uno de los tesoros más preciados en el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México.
La Quemada en Villanueva, Zacatecas, es una de las cuatro zonas arqueológicas del Estado y representa el asentamiento más importante del centro-norte del país. Esta área protegida por el INAH resguarda un gran salón de columnas, una plaza, una cancha de juego de pelota y un basamento denominado Pirámide Votiva, que se conectan mediante una red de calzadas.
Cerro del Teúl se caracteriza por ser una de las primeras zonas industriales del Continente, dado que ahí se realizaban artesanías de cobre y cerámica. Durante la exploración de la zona se hallaron materiales arqueológicos de diversos tipos, como cuentas de concha y piedra verde procedentes de tumbas de tiro, entre otros utensilios. (Infoqroo)