Por Rafael Briceño
CHETUMAL, MX.- El presidente de la Canirac en Playa del Carmen, Juan Carlos Hernández, advirtió que un cambio en el color del semáforo sanitario estatal, del amarillo al naranja, sería catastrófico para el sector, luego que durante la temporada de diciembre lograron lograr un equilibrio económico que les permitió el pago a proveedores y de la renta de muchos establecimientos.
El irnos para atrás en el semáforo sanitario o en el caso de tener que cerrar nuevamente y solo atender mediante entrega a domicilio, sería crítico y catastrófico para la actividad, subrayó.
Manifestó que los afiliados a la Canirac cumplieron con todos los protocolos sanitarios, pero sobre todo mantuvieron el aforo permitido del 60 por ciento, según establece el color amarillo del semáforo sanitario.
Había turistas, pero todos los mantuvimos con un aforo del 60 por ciento, siguiendo las indicaciones del gobierno estatal y municipal, aseguró.
Los resultados que tuvimos en diciembre nos permitió alcanzar un punto de equilibrio y tener algo de utilidad después de la suspensión de actividades por más de seis meses. La pandemia ocasionó el cierre de establecimientos y la pérdida de empleos y cambiar el color del semáforo sanitario ocasionará que muchos restaurantes ya no puedan volver a abrir, afirmó.
El presidente de la Canirac Playa del Carmen consideró que el reto para el primer trimestre es no bajar la guardia, mantener los protocolos sanitarios y reforzar la campaña de información entre todos los socios para garantizar la salud de los comensales.
“Yo creo que no puede haber marcha atrás en el semáforo porque sería catastrófico no sólo para los restaurantes sino también para la industria hotelera porque habría muchos que ya no podrán reabrir”, enfatizó.
Manifestó que el plan de reactivación económica firmada con el gobernador Carlos Joaquín González ha beneficiado en función de los horarios permitidos y el aforo “aunque han anunciado estímulos fiscales que son buenos”. (Noticaribe)