Contaminación de agua por plaguicidas aumenta casos de cáncer en mujeres en Yucatán

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Por Itzel Chan

MÉRIDA, MX.- El Acuífero Maya es una de las reservas de agua dulce más importantes del continente, sin embargo, se han registrado diversas fuentes de contaminación, sobre todo por el tipo de suelo kárstico que presenta y hoy, investigadores de la Península de Yucatán difundieron material en el que es posible observar que una de las causas que ponen en riesgo este recurso es el uso de plaguicidas, por lo que al menos el 30% de la población en la zona rural de Yucatán bebe agua de pozo o de cenotes contaminados, aumentando también los casos de cáncer en mujeres.

A través del informe sobre las responsabilidades ambientales del gobierno y las empresas sobre el acuífero maya, los autores Lourdes Guadalupe Medina Carrillo, Jorge Fernández Mendiburu y José Orvelín Monel Cortés, integrantes de la agrupación Indignación explicaron que en los últimos años el manto acuífero de Yucatán ha sido contaminado.

Incluso, en la presentación de este día, dieron a conocer los que plaguicidas han causado daños en los últimos quince años y a la par, el estado de Yucatán ha presentado alta incidencia de muertes en mujeres causadas por cáncer cérvico-uterino, cáncer de mama, así como una alta prevalencia de malformaciones congénitas y de mortalidad fetal e infantil.

“Los estudios de bioacumulación de plaguicidas en el cuerpo humano de mujeres mayas con cáncer cérvico-uterino arrojaron altos niveles de plaguicidas en sangre y en leche maternas. En términos generales, se revelan altos niveles de plaguicidas organoclorados en el agua y en el cuerpo humano de poblaciones mayas de Yucatán”, apuntaron en relación a estudios que ya otros investigadores han hecho.

Esta información ha sido reforzada con el estudio denominado “Perspectivas de la contaminación del acuífero en Yucatán, México: plaguicidas y metales pesados”, realizado por Ángel Polanco Rodríguez del Centro de Investigaciones Regionales Dr. Hideyo Noguchi, Flor Árcega Cabrera, de la Unidad de Química Sisal, Facultad de Química, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Jesús A. Araujo León de la Unidad de Química de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) e Ismael Oceguera Vargas, también de la UNAM.

Los investigadores identificaron contaminantes tales como DDT, heptacloro, endosulfán, aldrín, endrín, dieldrín, lindano; incluso, sus metabolitos y elementos potencialmente tóxicos como arsénico, plomo, cadmio, mercurio y níquel, entre otros.

Tras la documentación, indicaron que se trata de una preocupación mundial hoy en día por sus graves efectos sobre el medio ambiente y por sus impactos significativos en la salud pública.

Asimismo, detectaron que estos contaminantes superan los valores permisibles de las Normas Oficiales Mexicanas y esto expone a las personas de comunidades rurales.

En el informe dado a conocer este día por la agrupación Indignación, dieron a conocer que por ejemplo, en Dzidzantún, la población está dedicada en un 85% a la agricultura y los herbicidas reportados con mayor aplicación fueron el Paraquat con 89%, y el glifosato con un 72%.

De igual forma, sólo un 18% de la comunidad utiliza técnicas tradicionales para combatir las plagas.

En contraste un 98% hace mayormente uso de plaguicidas, siendo los más utilizados el metamidofos (uno de los más tóxicos puede ser rápidamente absorbido por la piel y es considerado neurotóxico),el lindano, que afecta principalmente al sistema nervioso y causa efectos neurotóxicos.

También este puede provocar afectaciones en el hígado, toxicidad renal y puede actuar como disruptor endocrino.

Otro elemento detectado es el Carbofuran, conocido por el nombre comercial de Furadan, que produce sobreestimulación del sistema nervioso provocando náuseas y en exposiciones muy altas, parálisis respiratoria y muerte.

Asimismo, en la localidad de Dzidzantún el trabajo manual en los terrenos agrícolas ha disminuido por el empleo de químicos como los herbicidas e insecticidas, en particular el del paraquat y el glifosato.

El uso de glifosato representa un alto impacto en el ecosistema y en la salud de los productores y de la población; este herbicida, de Monsanto, se ha extendido en el estado de Yucatán.

También se reporta el uso de plaguicidas prohibidos por su alto impacto en el medio ambiente y la salud humana, como el lindano y endosulfán, que se filtran fácilmente al agua subterránea originando alta vulnerabilidad para el territorio en Dzidzantún.

De manera general, en el informe, los activistas indicaron que esta problemática, del uso de plaguicidas, se presenta en Campeche, Quintana Roo y Yucatán y se pudo documentar la utilización de cuando menos 74 plaguicidas, de los cuales los más empleados son glifosato, paraquat, 2,4-D, imidacloprid, cipermetrina, clorpirifos, abamectina, metamidofos y endosulfán.

Debido a que el suelo de la península de Yucatán es kárstico el riesgo por contaminación de sus aguas por cada uno de los 74 plaguicidas es muy alto.

Además, el estudio “Uso de agroquímicos cancerígenos en la región agrícola de Yucatán, México”, de 69 agroquímicos, cinco sustancias se encuentran incluidas en la lista de plaguicidas prohibidos y restringidos en México, de los cuales el DDT, lindano, endosulfán, y paraquat, son clasificados como altamente tóxicos y probables cancerígenos en la zona estudiada que abarca los municipios de Tekax, Oxkutzcab y Dzán. (Noticaribe)

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