HOTELERO PROHÍBE EL ‘TZIKBAL’ EN TULUM | Por Edgar Rodríguez Cimé

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“Arrancaron nuestros frutos,
cortaron nuestras ramas,
quemaron nuestro tronco,
pero no pudieron
matar nuestras raíces”
POPOL VUH

Cuando llegaron los españoles en el siglo XVI, nos quitaron la libertad. Luego, nos arrebataron nuestras tierras. Posteriormente, fue el agua, los bosques, las minas. Más adelante, nos negaron educación en nuestros propios idiomas. Cuando ya no tenían que despojarnos, nos robaron el tiempo (cambiándolo según sus intereses). Ahora que ya no poseemos casi nada, intentan prohibirnos el tzikbal: hablar en el lenguaje de los antiguos abuelos, el maya.

Según prensa de Quintana Roo, esto último denunciaron trabajadoras y trabajadores de un hotel de Tulum, antiguo centro ceremonial sagrado maya, en una acción de protesta contra los “dzules”, millonarios mejicanos y extranjeros, donde resaltaron ser víctimas de maltrato racial y ejercer represión contra su representante sindical.

El lenguaje es “escudo” y “arma”. Cuando se busca zaherir o burlarse de los “dzules”: criollos y mestizos que ignoran el idioma maya, los paisanos se comunican en su idioma materno. Cuando desean comunicarse sin “oídos indiscretos”, sobre todo en el empleo turístico, los mayas utilizan el habla propia como “escudo” para evitar ser entendidos.

Pero la “x´caretización” de la vida cultural en la península de Yucatán se encuentra hoy, en el siglo XXI, en pleno apogeo. La “quintanización” del nuevo Virrey (Manuel Quintana) de la milenaria civilización maya, incluye el despojo del territorio, folklorización de rituales sagrados, explotación de artistas naturales sin pago, y, en el colmo, la prohibición del tzikbal (hablar en nuestro propio idioma materno).

Parecen repetir el viejo “círculo vicioso”: “No hablen en maya porque se muestran como indios atrasados y esto es un hotel moderno, please”. Como buenos ignorantes de las culturas amerindias, desconocen el valor humano de la comunicación entre hermanos, como forma de relacionarnos comunitariamente. Sin comunicación no hay Cultura. Y si no hay cultura, no existe valor económico. They are´nt bissnes: No hay negocios (de explotación capitalista).

Ojo, MORENA (gobierno de Quintana Roo): La mercantilización de la cultura materna, expresada en carretadas de pesos, dólares, euros y yems, proviene tanto de las bellezas naturales como de la milenaria sabiduría de las culturas precolombinas, que, por cierto, hablaban el mismo idioma de sus actuales descendientes, mozos, cocineros y jardineros, de los ostentosos hoteles de la Riviera Maya.

Esto hace recordar, según menciona el cronista de Felipe Carrillo Puerto, ayer Chan Santa Cruz, Carlos Chablé Mendoza: “la saña con la que el ejército mejicano realizo la campaña militar de exterminio contra los mayas cruzo´ob (rebeldes de la santa cruz parlante) en 1850, en el mismo sitio, Tulum, y Santa Cruz X´ Balam Nah”.

Don Carlos es muy claro con esto: “No queremos el regreso de esos tiempos de conquista, de prohibiciones, de maltratos, ni que continúen los despojos de tierras, situaciones injustas y desfavorables que ocasionaron la llamada “Guerra de Castas”.

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