Por Saraí Reyes
CANCÚN, MX.- Los más de 200 días que permanecieron cerradas las escuelas a consecuencia de la pandemia del Covid-19 ha generado pobreza en el aprendizaje, señaló el Presidente del Consejo Asesor de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, Otto Granados Roldán, quien advirtió que de no tomar cartas en el asunto impartiendo educación de calidad se corre el riesgo de tener una generación perdida.
Lo anterior lo dio a conocer previo a la conferencia denominada “La educación y la competencia económica: El caso de Quintana Roo”.
“México fue uno de los países que tuvo mayor número de días de clases suspendidas por efecto de la pandemia en América Latina y junto con África fueron las dos regiones que suspendieron más clases en México y se llegó prácticamente a tener 200 días cerradas las escuelas y esto es un elemento muy importante y muy grave en primer lugar porque genera pobreza de aprendizaje y la pobreza de aprendizaje se define como todos aquellos niños de 10 años que no pueden leer un texto simple y no pueden escribir articuladamente un párrafo o una página”, expuso.
Añadió que más allá de superar el impacto de la pandemia, el sistema educativo tiene un gran desafío de superar el rezago educativo que ya se tenía y mejorar la calidad educativa.
Refirió que México es un país que hace un gran esfuerzo para alcanzar niveles de cobertura muy elevados, prácticamente del 100% en educación básica, 80% en educación media superior y 42% en educación superior, pero aseguró que estás cifras no bastan en términos de cantidad sino que se requiere mayor calidad para que las trayectorias vitales, formativas y profesionales para que los niños y jóvenes puedan ser razonablemente exitosas.
En otro tema, indicó que la oferta académica y necesidades de la economía, la investigación y su impacto real en las políticas públicas y el desarrollo de productos y servicios de alto valor agregado, son los tres grandes retos que enfrentan las Instituciones de Educación Superior.
Mencionó que durante las próximas tres décadas resurgirá el tema sobre los fines de la educación superior, la cual, enfatizó, “no desaparecerá pero sí deberá cambiar su modelo de operación y de provisión, sencillamente porque el entorno está cambiando”.
Tener educación superior sigue siendo rentable pero ya “pagan menos bien” que hace 20 años, por lo que los años adicionales de estudios (devaluación educativa) impactan cada vez menos los ingresos laborales promedio, dijo.
Asimismo, apuntó que hoy día el 75 por ciento de las nuevas profesiones requeridas en el futuros estarán relacionadas con las tecnologías de información, big data e inteligencia artificial, además el 52 por ciento de categorías ocupacionales podrían ser automatizadas en los próximos 10 años, lo que podría desplazar en México a 18 millones de trabajadores en 2030. (Noticaribe)