Por Edgar Rodríguez Cimé

 

Mi suku´um (hermano) Bernardo Caamal Itzá, milpero, ingeniero agrónomo y comunicador, me invitó al estreno del documental La tierra maya: milpa, meliponas y defensa de la vida, donde aparece, junto con el cuidador de semillas Bernardino Canul Xix, Leydi Pech y Pedro Pablo Chin Bacab, dirigido por Kata Beilin y Avi Paul Weinstein, para la Universidad de Wisconsin, en la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo.

Eso me hizo recordar el ascenso de actrices y actores mayas en la escena internacional: Estados Unidos y Europa. De las primeras apariciones del talento nativo de Espiridión Acosta Canché (no es nada fácil pararse ante las cámaras cinematográficas y medio mundo del set para “actuar”, representando un papel: “rey” o “esclavo”), a la consagración de María Mercedes Coroy, en Europa y Estados Unidos.

Tanto don Espiridión, actor natural de teatro y cine, puso en alto a su pueblo: Acancéh, Yucatán, Méjico, al intervenir en su papel de j-men (sacerdote maya) en la película norteamericana Apocalypto (2006), dirigida por Mel Gibson, como don Armando Dzul Ek, quien también actuó en las cintas El milenio (Inglaterra), En el camino de nuestros antepasados, y Las profecías mayas (Estados Unidos).

Más adelante, las nuevas generaciones siguen mostrando el talento en el séptimo arte. Continuando con la actriz, escritora y directora de teatro, María Petrona de la Cruz, Premio Chiapas de Literatura, quien escribe obras y también actúa en la película La vida de los mayas.

Luego vendría el debut triunfal de la máxima estrella del cine: la kiche´ guatemalteca María Mercedes Coroy, cuya luz ilumina Centroamérica desde su natal Santa María de Jesús. Sus soberbias actuaciones en Ixcanul, Bel Canto, Malinche, La llorona, y Black Panter: Wakanda Forever, “la han puesto en los cuernos de la luna” en Europa y Estados Unidos. María Mercedes representa la profundidad de la estética maya. Parece una princesa nativa.

Todavía hace unos soles me sentía triste porque ante una nota de primera, por tratarse de un joven científico maya contratado por la agencia espacial norteamericana NASA, solamente me la publicaron en el humilde, pero digno, Diario del Sureste. Por eso no se sabe de la revolución cultural maya; porque, sencillamente, se oculta.

Solamente para recibir luego una doble noticia sobre dos artistas nativos, músico y actor, que desfilaron por alfombras rojas en la presentación estelar de la nueva maravilla de Marvel, Wakanda Forever, donde un “súper héroe” es representado por el actor nativo Josué May Chi, de Hopelchén, Campeche, y el soundtrack incluye rap en maya de Pat Boy. Ambos apadrinados en la película por la figura estelar de María Mercedes Coroy.

Y, ahora, de nuevo, conocidos personajes de la cultura maya contemporánea continúan exponiendo el talento histriónico en el cine: don Bernardino Canul Xix, Leydy Pech, Pedro Pablo Chin Bacab, y el mismo “Arux” (“cuidador de milpa”), Bernardo Caamal Itzá.

¡Felicidades dzunu´um!

 

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