Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- Durante la pandemia por coronavirus (COVID-19), investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) registraron 36 casos de personas adultas mayores que sufrieron despojo de sus casas por parte de sus hijas e hijos y no denuncian por temor de que sus familiares sean encarcelados.
El investigador José Gamboa Cetina describió que junto con la investigadora, la maestra Paola Reyes Cruz, han documentado diversos casos de violencia hacia este sector de la población.
Para identificar una de las más invisibilizadas, la violencia patrimonial, realizaron una muestra de tan sólo 100 personas que fueron entrevistadas, dentro de las cuales identificaron que 36 fueron víctimas de este tipo de casos.
“Observamos que los familiares les quitan sus casas y las y los adultos mayores no denuncian, prefieren quedarse a vivir en la calle que ver a sus hijas e hijos en la cárcel”, mencionó.
Los casos detectados corresponden a Mérida, pero no descartan que, si amplían la muestra, por ende la cifra de casos pueda aumentar también.
El investigador expuso por ejemplo el caso de una persona que no veía y sus hijas e hijos le hicieron firmar un documento sin explicarle bien a qué correspondía y, por lo tanto, le quitaron su casa.
Otro caso es el de una persona que durante su vida profesional fue directora de escuela y tenía una casa en Santiago, la cual estaba evaluada en más de 5 millones de pesos, así que la orillaron a vender su patrimonio, para luego comprarle una casa de menor valor en otra zona y sus hijos se dedicaron a viajar, dejando en abandono a su mamá.
“Estos forman casos que documentamos nada más en una muestra, pero si ampliáramos nuestra muestra, no dudo que encontraríamos más casos”, mencionó.
La violencia patrimonial lleva a que las personas adultas mayores queden en total desprotección y algunas en situación de calle.
“Los más afortunados se quedan a vivir con alguna vecina o vecino que se compadece de ellos y les dan un rincón en su vivienda”, describió.
El investigador destacó que este tipo de situaciones trae repercusiones en su salud física y mental, pues se deprimen y viven en angustia sin tener certeza de su día a día.
Gamboa Cetina reconoció que se trata de un problema complejo porque a pesar de que en Yucatán hay instancias donde denunciar este tipo de maltrato, las denuncias no se hacen por temor, por falta de conocimiento, guía y orientación.
Recordó que, en épocas pasadas, las personas adultas mayores eran tratadas con mayor respeto y se les daba la oportunidad de la toma de decisiones, mientras que ahora son consideradas como desechables.
A nivel nacional, de acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo) en México son más de millón y medio las personas adultas mayores que han pasado por esta situación y que viven en situación de calle. (Noticaribe)