México, ante el desafío de romper las apuestas en la Copa América 2024

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La competición que se disputa en Estados Unidos este verano contará con la participación de la tricolor, como principal estandarte de la Concacaf junto al país anfitrión.

Tras el fiasco mundialista, la selección mexicana tiene una oportunidad de oro para reivindicarse en la próxima Copa América, que tendrá lugar en varias sedes de EEUU entre el 20 de junio y el 14 de julio.

El hecho de que el torneo en esta ocasión no esté circunscrito a combinados de la confederación sudamericana de fútbol, como es habitual, y se haya abierto también a selecciones de norteamérica, centroamérica y el caribe lo convierten en una auténtica copa de las américas, escalando su valía y por tanto el mérito que supone conquistarlo.

De ahí, que México tras conseguir abrochar su clasificación en noviembre frente a Honduras tenga una magnífica ocasión para redimirse de la decepción que supuso Qatar 2022, donde como sabemos no consiguió siquiera pasar de la fase de grupos.

Respecto a los rivales de México en la fase de grupos de la Copa América 2024, la ‘tri’ quedó encuadrada como cabeza de serie en el Grupo B, junto a Venezuela, Ecuador y Jamaica, otro representante de la Concacaf, que a priori partiría en las apuestas deportivas  como cenicienta del grupo. Un escalón por debajo de la vinotinto venezolana. Mientras que el combinado ecuatoriano supondría la principal amenaza para los mexicanos, aunque eventualmente podrán pasar como segundos de grupo, dado el formato de la competición que clasifica a los dos primeros para la fase de eliminatorias de cuartos de final.

La selección comenzará su andadura en la competición el 22 de junio frente a Jamaica en el NRG Stadium de Houston, Texas, frente al rival teóricamente más débil, por lo que sobre el papel sería una estupenda oportunidad para comenzar con paso firme, anotándose los tres puntos con un triunfo. Aunque este favoritismo supone una presión adicional que en ocasiones suele pasar factura al equipo que carga con el peso de la púrpura.

El siguiente choque sería contra Venezuela el 26 de junio en el SoFi Stadium de Inglewood, California. De nuevo frente a un rival a priori asequible, o al menos más débil que el combinado mexicano, con permiso de la gran estrella de los vinotinto, Yeferson Soteldo, quien ha protagonizado últimamente actuaciones de mucho mérito con su selección.

Y ya el choque que cerrará para la tricolor la fase de su grupo B se producirá el domingo 30 de junio en el State Farm Stadium de Glendale, Arizona, frente a la temible Ecuador de Moisés Caicedo y Piero Hincapié, por lo que conviene llegar a este partido con los deberes hechos, y con la clasificación ya cerrada para cuartos.

Además en este tipo de competiciones internacionales que vienen precedidas de temporadas de clubes de la máxima exigencia, es siempre un gran plus poder abrochar de manera prematura la clasificación, para dar descanso a jugadores en el último partido de la fase de grupos.

En cualquier caso, lo que sí parece claro es que las tres sedes elegidas para los partidos resultan ideales para la selección mexicana, con la vista puesta en el aliento que pueden recibir de las gradas, dado que son ciudades en las que viven numerosos compatriotas y ciudadanos de origen mexicano.

Jaime Lozano, ante su gran encrucijada

El actual entrenador de la selección, Jaime Lozano, asumió en junio de 2023 el cargo de manera interina y fue confirmado como titular del puesto el 10 de agosto. Pero como sabemos, ser seleccionador de la Tri resulta siempre muy complicado por el cuestionamiento sistemático, por lo que cabe deducir que la competición será una auténtica prueba de fuego, donde se dirimirá su continuidad y la posibilidad de comandar la selección hasta el mundial de 2026. Algo que el propio Lozano ha manifestado en una reciente entrevista

Así, tiene como reto sacar el máximo partido a un plantel que alista a jugadores de gran nivel, en el que destacan delanteros como Hirving ‘Chucky’ Lozano (PSV) y los dos Jiménez, Raúl que juega en el Fulham de la Premier League inglesa y Santiago, que como Lozano también está enrolado en la liga holandesa, en su caso en el Feyenoord.

A ellos se suman centrocampistas de la calidad de Edson Álvarez del West Ham, y defensas tan solventes como Julián Araujo o César Montes, que militan en clubes de la liga española, o Johan Vásquez que juega en Génova de la Serie A italiana. Mientras que como porteros todo hace indicar que estarán el incombustible Guillermo Ochoa, Luis Malagón y Toño Rodríguez.

En definitiva, se trata de un plantel que invita a soñar con poder dar la campanada en una competición de alto voltaje, que además va genial para afilar la competitividad de la selección con la vista puesta en el Mundial de 2026, del que será anfitriona junto a Estados Unidos y Canadá.

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