El 8 de mayo de 2025, a las 18:07 horas locales en Roma, la chimenea de la Capilla Sixtina emitió la esperada fumata blanca, señalando la elección del nuevo Papa. El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, de 69 años, fue elegido como el 267º Pontífice de la Iglesia Católica, adoptando el nombre de León XIV. Su elección se concretó tras la cuarta votación del cónclave, en un proceso ágil que recordó al que eligió a Benedicto XVI en 2005.
Prevost, agustino con doble nacionalidad estadounidense y peruana, ha pasado gran parte de su vida en Perú, donde fue obispo durante más de 30 años. Antes de su elección, ocupaba el cargo de prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Su elección marca un hito al ser el primer Papa estadounidense y el segundo procedente del continente americano, después de su predecesor, el Papa Francisco.
En su primera aparición pública desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, León XIV pronunció un discurso en italiano y español, haciendo un llamado a “construir puentes” y abogando por la paz, la inclusión y el diálogo. Expresó su gratitud hacia el Papa Francisco y mencionó el sínodo, una iniciativa promovida por su antecesor que busca definir a la Iglesia como una comunidad en camino conjunto hacia el Reino de Dios.
La elección de León XIV se produce en un contexto de desafíos significativos para la Iglesia Católica, incluyendo debates sobre la doctrina sexual, el papel de la mujer en la Iglesia, los derechos LGTBI, la gobernanza compartida y la política exterior. Se espera que su experiencia pastoral y administrativa, así como su perfil conciliador, contribuyan a abordar estas cuestiones.
La comunidad internacional ha reaccionado positivamente a la elección de León XIV. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, felicitó a su compatriota y expresó su entusiasmo por el hecho de que sea el primer Papa americano.
Con la elección de León XIV, la Iglesia Católica inicia una nueva etapa bajo el liderazgo de un pontífice que combina raíces americanas y una profunda conexión con América Latina, reflejando la diversidad y la universalidad de la Iglesia en el siglo XXI. (Agencias)
