CHETUMAL, MX.- Una sospechosa narcoavioneta mexicana realizó un aterrizaje defectuoso en el distrito de Orange Walk en el norte de Belice.
El pequeño avión se vino abajo en el distrito de Orange Walk, en un área cercana a Guinea Grass, que se encuentra a la altura de comunidades de la ribera del Río Hondo como Rovirosa y San Francisco Botes, zona que siempre ha estado relacionada con el aterrizaje de narcoavionetas.
Sin embargo, por sus características y por realizar un vuelo clandestino dirigido hacia un camino, no una pista aérea, lo más probable es que se trate de una nave destinada al tráfico de armas para los cárteles de la droga, aunque no se descarta que pudiera haber intentado cargar cocaína o propiamente a narcos.
Aunque hasta el momento no hay informes de los pasajeros ni del piloto, el avión está registrado por Joel Romero Juárez, y documentos encontrados en el interior indican que el piloto corresponde al nombre de Julio Ismael Salazar, ambos de nacionalidad mexicana.
En medios del vecino país, el Ministro de la Policía de Belice, Doug Singh, mencionó que todavía no se sabe qué carga se encontraba en el avión y del paradero de los tripulantes.
De acuerdo a los informes, los hechos se registraron a altas horas de la noche del pasado sábado 18 de junio, alrededor de 23:30 horas, cuando se reportó que un avión sobrevolaba un área de Belice.
Ante este sospechoso suceso, oficiales de policía y elementos de la Fuerza de Defensa de Belice, realizaron operativos de búsqueda sin resultados.
Sin embargo, durante las primeras horas del domingo 19 de junio, se tuvo conocimiento que un avión aterrizó en una zona de vegetación crecida conocida como Cabra Hill.
Al lugar de los hechos se presentaron representantes de la Unidad Antidrogas, junto con otros elementos la policía, mismos que encontraron una pequeña aeronave tipo Piper.
De acuerdo al Ministro de Policía, los seis asientos del avión se encontraban intactos, pues solo el tren de aterrizaje había sido dañado.
Una de las principales teorías es que, ante las difíciles condiciones del clima, la aeronave no realizó de manera adecuada su aterrizaje.
Sin embargo, hasta el momento es difícil determinar qué fue lo que ocurrió en este caso, porque no han sido encontradas las personas que viajaban en el avión.
Según el Ministro de la Policía por sus características y porque los seis asientos estaban intactos, es poco probable que el avión fuera utilizado para transportar cocaína o cualquier otra cantidad considerable de drogas.
Sin embargo, las investigaciones en el lugar de los hechos donde elementos de la Fuerza de Defensa de Belice con armas de alto calibre custodiaban el avión, se ha identificado esta aeronave como un Piper PA motor Twin con número de serie XB-XDF marcado en la cola y muestra una bandera mexicana impresa en ambos lados del avión.
Aunque no se encontraron drogas en el interior del avión la policía encontró tres cartuchos calibre 40 ocultos en el interior del asiento del piloto.
Físicamente, los daños del avión se encuentran en la parte exterior, donde la rueda trasera y la cola se encuentran dañadas, lo cual impidió que la nave pudiera volar nuevamente.
Se cree que, debido a las malas condiciones de la carretera el piloto de la aeronave perdió el control cuando intentaba aterrizar el avión en medio de la carretera.
Las marcas en la carretera muestran que a medida que el conductor perdió el control, el avión encontró su camino a la orilla de la carretera y luego de recorrer unos pocos metros, se detuvo.
El depósito de combustible del avión se encontró abierto y todo parece indicar que el piloto se escapó del avión a través de la salida de emergencia.
Y es que, las versiones de un aterrizaje forzoso, parecen perder sustento al encontrarse seis galones de combustible para avión además de víveres a dos kilómetros del lugar del percance.
Por consiguiente, probablemente el avión estaba en el lugar para recoger un cargamento de droga o de armas.
También es probable que la nave sea utilizada para el traslado de narcos a México.
Al respecto, el Centro de Coordinación de la Policía de Inteligencia y la Unidad Antidrogas de Belice, junto con sus homólogos mexicanos han puesto en marcha una intensa investigación en la materia. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
