PLAYA DEL CARMEN, MX.- El olor a cempasúchil, incienso y comida celebran una amistosa batalla en las explanadas y pasillos del ecoparque Xcaret, que desde ayer convirtió todos sus rincones en un espacio para recibir a los muertos. Durante cuatro días, los muertos son los protagonistas de una nueva vida, a la que regresan sólo para convivir con los que se quedaron.
Igual que en los panteones, en Xcaret hay espacio para todas las expresiones: altares, exposiciones, teatro, cine, performance, música; todo, dedicado a ellos, los que adelantaron la partida.
La efervescencia por los muertos se expresa lo mismo en “La muerte y triunfo de Hun Hunapu” del grupo musical maya Hum Batz del municipio Felipe Carrillo Puerto que en “Miquiztli, muerte de lo efímero”, obra de teatro ‘negro’ del grupo Luna Llena del Distrito Federal.
En la subjetividad de las preferencias es Miquiztli, quizá, una de las presentaciones más disfrutables y sorprendentes, en la que los espectadores aceptamos gustosos un contrato en el que títeres y titiriteros son uno y otro al mismo tiempo, fundidos por la obscuridad, por la casi total ausencia de luz.
Entre los espectáculos más vistos está, sin duda, “Cada quien su Frida”, con una irreverente Ofelia Medina como personaje central, quien no encuentra límites en su crítica al gobierno federal. Ácida, sarcástica, polémica, la actriz encarna a la perfección a Frida Kalho, de la que cuenta, canta, baila y bebe su vida, su historia, sus canciones y sus pasiones.
El amplio programa del Festival Vida y Muerte de Xcaret concluirá el próximo domingo 2 de noviembre, cuando los muertos regresen a sus moradas. (Noticaribe)
