CHETUMAL, MX.- Un ebrio elemento de la Agencia Federal de Investigaciones, armado hasta los dientes, y tres presuntos narcomenudistas fueron detenidos ayer por elementos de la Policía Municipal de Othón P. Blanco debido a que viajaban en una lujosa camioneta, con exceso de velocidad y de manera temeraria por diversas calles de esta capital.
Las armas que portaba el oficial no estaban registradas ante la Secretaría de la Defensa Nacional, por lo que fueron entregadas a autoridades castrenses, pero el agente fue rescatado por un comandante de la Procuraduría General de la República, perteneciente al Grupo de Intercepciones.
La detención de estos tres sujetos se logró después de que operadoras del número de emergencias 066 recibieron cinco llamadas de auxilio de habitantes de diferentes colonias de Chetumal, quienes reportaban que personas armadas viajaban a bordo de un vehículo Ford, tipo Expedition, color azul marino con dorado, matrícula 700-VGN del Distrito Federal, con exceso de velocidad y de manera temeraria.
Policías Municipales ubicaron el vehículo cuando circulaba por la calle Magisterial, lo interceptaron al llegar a la avenida Insurgentes y procedieron a su revisión, encontrando un rifle de asalto tipo AR-15, una pistola Pietro Beretta, tipo escuadra, calibre 45 milímetros y seis cargadores abastecidos con aproximadamente 200 cartuchos útiles.
La unidad era conducida por Juan Antonio Toledo M., elemento de la Agencia Federal de Investigaciones, quien se opuso al arresto, pues aseguraba ser licenciado en derecho y contar con suficientes conocimientos legales como para poder interponer una denuncia contra los oficiales por abuso de autoridad.
Tres presuntos narcomenudistas, cuyos nombres son Paúl Adonai Pérez Alvarez, Erick Noé Pérez Escalante y Martín Rivera García acompañaban al agente federal. Los oficiales decidieron trasladar a los tres sujetos a la cárcel municipal, donde se definiría a qué instancia serían consignados.
Antonio Toledo continuó comportándose de manera prepotente. A todos los oficiales que intentaban cuestionarlo les decía que todos sus documentos estaban en regla y que no había cometido ninguna falta, por lo que su detención era ilegal, pero cuando mostró los permisos para sus armas se hizo evidente una irregularidad, ya que el número de serie del rifle AR-15 y la pistola no coincidían.
El armamento fue entregado a la Secretaría de la Defensa Nacional, junto con un informe sobre la manera cómo fue decomisado, a fin de que investiguen el caso y determine el origen y estatus legal de las armas.
Un comandante de la Agencia Federal de Investigaciones, quien sólo se identificó con el apellido “Colorado”, acudió al lugar para rescatar a su subordinado. Los otros tres sujetos fueron ingresados a las celdas de la cárcel municipal por alterar el orden público y resistirse al arresto. (Fuente: Diario de Quintana Roo)
