CHETUMAL, MX.- Las concentraciones de humo que emana del incendio en el basurero municipal, que ya comenzó a extinguirse, provocan severos trastornos respiratorios y visuales entre la población que vive en las colonias próximas a ese centro de depósito de residuos, en las primeras horas de la mañana.
De acuerdo con datos proporcionados por la Dirección Municipal de Protección Civil, se espera que la densidad de las humaredas comiencen ya a desaparecer dado que se tiene ya control de la conflagración y su extinción avanza a paso sostenido, lográndose a la fecha tener tan solo una afectación de una hectárea y media de las cuatro con las que empezó el incendio.
En tanto, habitantes de los fraccionamientos Pacto Obrero, Caribe, Oxtanká, Kinichná y Santamaría, por citar las más cercanas, se ven en la necesidad de mantener cerradas sus puertas y ventanas en las primeras horas del día, puesto que la densidad del humo que se mantiene por la humedad afecta la visibilidad, provoca lagrimeos y dificultad para respirar, principalmente entre los menores de edad a quienes no se deje salir hasta ya pasadas las diez de la mañana cuando ya ha desaparecido por completo esa afectación.
Ante esta situación, las autoridades de salud y de Protección Civil han exhortado a los habitantes que tengan la necesidad de salir de sus domicilios a utilizar cubrebocas humedecidos para la filtración de las partículas que pudiera llevar el humo producto de la quemazón, aunque la mayoría hacen caso omiso de ese llamado aún cuando es evidente el impacto que causa el humo en las primeras horas de la mañana.
De hecho, circular por esa región permite observar a distancia la densa humareda que permea en la zona, en tanto que en los fraccionamientos cercanos las casas se mantienen cerradas hasta ya pasadas las diez de la mañana cuando se disipa por completo el humo.
Por lo que toca al incendio, se espera que en el transcurso de este fin de semana se pueda lograr totalmente su extinción luego que se logró evitar su propagación y su achicamiento al pasar de las cuatro hectáreas a tan solo una que resta por combatir y con ello, acabar también con el impacto visual y respiratorio para las aproximadamente diez mil personas que viven en esa zona. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
