CANCÚN, MX.- El incumplimiento de sus propias políticas, la falta de consultas previas adecuadas y la insistencia en los megaproyectos han tenido consecuencias devastadoras sobre los mismas ciudadanos a los que el Banco pretende ayudar.
CANCUN, MX.- El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, dijo estar en pláticas con el Gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, para estudiar la posibilidad invertir recursos del banco en el desarrollo social de la entidad durante el 2010.
A su arribo a la comunidad de Leona Vicario, en donde el BID hizo una inversión de miles de dólares en instalaciones deportivas, agregó que hace algún tiempo viene conversando con el mandatario para ubicar los proyectos más apremiantes que pudieran ser susceptibles de ser financiados por el BID.
Sin dar mayores detalles se limitó a señalar que con mucha probabilidad la inversión sería en materia de seguridad y de infraestructura carretera, aunque falta por definir el lugar o programa exacto.
En breve entrevista Moreno dijo estar seguro de la que la reunión de gobernadores que se celebrará a partir de mañana en Cancún será un éxito del “paraíso”, que el BID financió hace casi 40 años.
El primero en turismo en América Latina. “Nos sentimos muy orgullosos de la historia del BID con Cancún porque hemos visto en lo que se ha convertido y que mejor que este balneario para que todos vean lo que se puede hacer con los recursos que manejamos”, comentó.
Al hablar sobre el objetivo central de la reunión, que es el ampliar de 101 mil a 200 mil millones de dólares el presupuesto del BID comentó que es complicado hablar de eso cuado todos los países que integran el banco vienen saliendo o siguen padeciendo una crisis económica. “Esperemos a ver que sucede en los próximos días en la reunión, no quiero hacer ahora ningún pronunciamiento defi- nitivo, sin duda las necesidades de los países que integran el BID han cambiado, han crecido pero doblar un presupuesto significa un reto para todos”, concluyó. (Fuente: Diario de Quintana Roo)
Un nuevo estudio que será presentado el 19 de marzo demuestra que los megaproyectos financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han causado, o causarán, graves desplazamientos de poblaciones locales en América Latina.
Laura Carlsen, Directora del Programa de las Américas del CIP, declara: “Nuestros hallazgos indican que estos proyectos financiados por el Banco están desplazando a poblaciones vulnerables, y que en muchos casos los proyectos ni siquiera cumplen los lineamientos del propio Banco en lo que se refiere a desplazamientos.”
El informe, un proyecto conjunto de la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas, y el Programa de las Américas del Centro para Políticas Internacionales (CIP), examina los impactos de proyectos de presas hidroeléctricas en Brasil (Cana Brava) y en México (La Parota, etc.), la producción de palma aceitera en Colombia, y un megaproyecto turístico en Honduras. En estos casos, las estrategias del BID que promuevan la construcción de megaproyectos y la integración al mercado internacional no cumplen con sus propios lineamientos y otras normas internacionales sobre desplazamiento.
El Director de NALACC, Oscar Chacón, subrayó la importancia del tema para las organizaciones de migrantes. “El significado de mega proyectos infraestructurales financiados por el BID en aras de un elusivo desarrollo no ha sido objeto de análisis en cuanto a su impacto en los procesos migratorios internos, ni tampoco internacionales.”
“En el contexto de una economía global con cada vez menos posibilidades de absorber a las personas desplazadas en nuevos mercados laborales, el cuestionamiento de estas prácticas se vuelve más urgente que nunca.”
Asimismo, el estudio revela que las violaciones de derechos humanos implícitas en el desplazamiento y la reubicación se complican por el hecho de que las poblaciones afectadas son primordialmente indígenas, afro-descendientes y campesinas, y las mujeres toleran una carga especial.
“El BID debe analizar estos casos y asegurarse de que sus proyectos eviten el desplazamiento. Los costos sociales y culturales son demasiado elevados, y en algunos casos los megaproyectos no están justificados por un mayor bienestar social,” señaló Carlsen. (Fuente: Americas Program)