CANCÚN, MX.- Pese a contar con la reciente autorización de impacto ambiental, por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), no está dicha la última palabra en el caso del proyecto “Punta Carey”, que pretende desarrollarse a un costado del Santuario de Xcacel-Xcacelito, indicó el titular de la dependencia federal, Rafael Elvira.
“Lo que te debo decir es que estamos solicitando información adicional para poder liberar realmente todo el proceso; lo estamos revalorando”, manifestó al preguntarle sobre la situación de dicho proyecto turístico.
Al comentarle que en efecto, la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) solicitó información adicional al Fideicomiso Empresarial Punta Carey, promotor del proyecto, y que luego de ello, lo aprobó tiempo después, el funcionario respondió:
“Hay una solicitud adicional de información porque falta un detalle y acuérdate que una vez que se extiende un permiso no puede ser ni eterno ni permanente, se puede retener en cualquier momento; se han dado en muchas otras ocasiones, pero entran en un proceso de revisión y se vuelve a analizar. Estamos viendo eso con Mauricio Limón (subsecretario de Medio Ambiente)”, sostuvo.
A Elvira Quezada se le preguntó cómo es que se autorizó el proyecto, en contravención con los lineamientos para los casos en que se realicen obras y actividades, sin contar con autorización de impacto ambiental, firmados por la Semarnat y la Profepa en 2009 y que establecen que el trámite de evaluación del proyecto “Punta Carey”, debió haberse desechado, en lugar de proseguir y aprobarse.
Dichos lineamientos establecen: “Cuando se tenga conocimiento, mediante evidencia fehaciente, del inicio de la obra o actividad de que se trate (antes de tener la autorización correspondiente), se recibirá la manifestación de impacto ambiental o informe preventivo respectivo, y se deberá prevenir al interesado para que manifieste lo que a su derecho convenga sobre la citada evidencia. En caso de que no se demuestre lo contrario, se desechará el trámite.
“Lo anterior con fundamento en los artículos 28 de la Ley General del Equilibrio Ecológico que establece la naturaleza preventiva de la evaluación del impacto ambiental”, se lee en los lineamientos, publicados el primero de junio del 2009.
Como evidencia fehaciente, las autoridades establecen la existencia de un acta de inspección mediante la cual la Profepa impone una medida de seguridad (clausura) o un acuerdo de emplazamiento que se dicte en el procedimiento de inspección respectivo y un escrito del solicitante, pidiendo la autorización de impacto ambiental.
En el caso de Punta Carey, el Fideicomiso no pudo haber entregado la autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), pues el proyecto estaba sometido al Procedimiento de Evaluación del Impacto Ambiental, es decir, no conseguían aún ese permiso.
Además, la Profepa realizó dos inspecciones y clausuró los trabajos preliminares y la apertura de brechas en mil 395 metros cuadrados, zona en donde fue desmontado palma chit, nacax y manglares. Incluso, impuso una multa de 14 mil 900 pesos.
Al respecto, Elvira Quezada se comprometió a dar seguimiento al tema, ahondar en lo sucedido y darlo a conocer. (Fuente: El Periódico)
