CANCÚN, MX.- El actual gobierno de Benito Juárez tiene una deuda reciente de 300 millones de pesos, que difícilmente podrá saldar en los siguientes tres meses, lo que apunta a que se engrosará la deuda bancaria al pasar de mil 400 a mil 700 millones de pesos.
En lo que ya parece ya un “callejón sin salida”, en detrimento de la infraestructura urbana y los servicios de la ciudad, el gobierno de Jaime Hernández ofrece no heredar deuda que en este trienio se generó con proveedores.
Y es que de los 300 millones de pasivos generados en esta administración, 150 millones son de deuda a proveedores, otros 100 millones de pesos que se adeudan a trabajadores despedidos -que ganaron juicios en los tribunales- y otros 44 millones de pesos al Sistema de Administración Tributaria (SAT).
“Si necesitamos sanear, tenemos que vender”, dijo en días pasados el tesorero municipal. Sin embargo, ante la postura de varios regidores, de negarse a avalar la venta de terrenos, todo parece indicar que la actual administración heredará a Julián Ricalde onerosa deuda de mil 700 millones de pesos.
Cabe señalar que en meses pasados, el Congreso del Estado autorizó a Benito Juárez realizar una reestructura de su deuda, que tan sólo en tres años creció en 900 millones de pesos, ya que Alor la heredó a Gregorio Sánchez en alrededor de 500 millones de pesos.
Debido a que en el paquete no cabía toda la deuda, se quedó fuera la que esta administración contrató con proveedores, por 150 millones de pesos, a cuya cantidad se acumularon 100 millones de pesos derivados de litigios laborales, tras el pleito de empleados del ayuntamiento que acusaron despidos injustificados, y ganaron.
Por si fuese poco, se agregan otros 44 millones de pesos de deuda al SAT, además de otra cantidad que supuestamente no se ha pagado al IMSS, de cuotas retenidas a los trabajadores pero que no se habrían reportado a la institución. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)