PLAYA DEL CARMEN, MX.- Las primeras lluvias que se hacen acompañar de vientos del Este-Noreste, y la falta de atención en la integración del Comité para el Mantenimiento de las playas recuperadas, provocan que las primeras erosiones salgan a relucir en la zona del hotel Porto Real, cuyas piedras y parte de la estructura del espigón demolido afloren.
Los cooperativados turísticos y pescadores ribereños de la zona de “El Recodo” en su momento anticipaban que no sería funcional la recuperación de las playas hasta que no colocaran una barrera artificial frente a las costas para el choque de las corrientes y que permita la permanencia de los arenales.
Asimismo, durante una entrevista con los directivos de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya señalaron que desconocían cuándo se daría a conocer el comité para el mantenimiento de los arenales, sólo que esperaban el asentamiento del mismo, incluso en este proceso también se podía delimitar ya el uso de la Zona Federal Marítimo y Terrestre (Zofemat).
Sin embargo, no hay una información oficial de lo que ocurrirá para el mantenimiento de las playas, proyecto que encabezó desde su inicio la Secretaría Estatal de Turismo (Sedetur), mientras que por el municipio estaba a cargo Obras Públicas.
En un recorrido realizado por el Por Esto! de Quintana Roo se pudo comprobar lo denunciado por los lancheros de “El Recodo”, que en la punta del hotel Porto Real las piedras ya afloraban, inclusive el espigón retirado a medias también se mostraba a simple vista, de modo que erosionó cerca de cinco metros.
Inclusive, el mismo hotelero Fernando García Zalvidea se opuso a retirar por completo el espigón y semanas atrás cuando se sintieron los primeros efectos de la erosión colocó cientos de bultos de arena para formar una barricada en complacencia de las autoridades de la Profepa.
Los lancheros reiteraron que en tanto el Fideicomiso de Recuperación de Playas no coloque una barrera artificial frente a la costa para detener las corrientes marinas, la marejada y los vientos se seguirán llevando la arena, cobrando la factura a los desarrolladores que destruyeron las dunas para colocar moles de concreto. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
